La defensa de Juan David R. C., el hombre detenido por la muerte de un niño de cuatro años en Garrucha (Almería), sostiene que el fallecimiento del menor se debió a problemas de salud previos no tratados, por lo que pide que los hechos se califiquen como homicidio imprudente y no como asesinato.
El abogado del detenido, Manuel Martínez Amate, explicó a EFE que su cliente mantiene que el niño murió “lamentablemente por unos problemas intestinales o estomacales” que arrastraba desde hacía unos diez días.
Según la versión del investigado ante la jueza, él y la madre del menor decidieron no acudir a un médico ni llamar a una ambulancia por temor a que las autoridades descubrieran que habían reanudado la convivencia, incumpliendo una orden de alejamiento. No buscaron atención sanitaria “ante ese miedo y confiando en que quizá fuese algo pasajero”, señaló el letrado, quien reconoce que su defendido priorizó su situación legal sobre la salud del niño.
Indicios de agresión sexual
Por ello, la defensa intentará que el caso no sea calificado como asesinato, sino, “en el peor de los casos”, como homicidio imprudente y no doloso. Sobre los indicios de agresión sexual apuntados en el avance de la autopsia —que detectó una “sustancia blanquecina” en el cuerpo del menor—, el abogado cuestiona que se trate de fluidos biológicos de carácter sexual y no descarta que proceda del propio “aplastamiento de los intestinos” que habría causado la muerte.
Para aclarar este punto, Martínez Amate confirmó que Juan David se sometió voluntariamente a una prueba de ADN para cotejar su perfil con las muestras halladas. El detenido, que declaró en su primera comparecencia ante la jueza —a diferencia de la madre—, volverá a hacerlo este viernes por videoconferencia desde prisión ante la Sección Civil y de Instrucción número 3 del Tribunal de Instancia de Vera (Almería).