El juez del juzgado de guardia de Barakaldo ha enviado esta tarde a prisión a cinco de los siete detenidos, tres hombres y dos mujeres, por el tiroteo entre dos clanes acaecido el pasado domingo en la calle Zubileta de la localidad fabril y que se saldó con un hombre muerto y otras dos personas heridas de gravedad. El otro de los detenidos que ha pasado a disposición judicial quedó en libertad, mientras se sigue a la espera de poder poner a disposición judicial a la séptima persona detenida, hasta la fecha, por estos hechos, puesto que permanece ingresado en el hospital de Basurto. En este caso, será el juez del caso el que decida el procedimiento a seguir para tomarle declaració, si desplazarse él mismo hasta el centro hospitalario bilbaino o, por el contrario, aguardar a que evolucione favorablemente su estado de salud para tomarle declaración próximamente en los Juzgados de Barakaldo. En base a esa declaración, se dirimirá la situación procesal de esta persona.
Una vez la investigación de los hechos lo ha permitido, la Ertzaintza ha trasladado esta tarde a seis de los siete detenidos por el tiroteo mortal a los juzgados de Barakaldo para que presten declaración ante el juez. Los detenidos han sido trasladados en varios vehículos policiales hasta los juzgados barakaldarras y lo han hecho entre importantísimas medidas de seguridad para evitar cualquier posibilidad de que se produzcan incidentes. A la entrada de los juzgados se han repetido los momentos de tensión que se han vivido a lo largo de los últimos días desde que tuviera lugar el fatal tiroteo. Familiares de la víctima mortal del tiroteo se han acercado hasta las inmediaciones para recriminar y amenazar a los detenidos. Amenazas que no hacen más que constatar lo que se ha podido ver y escuchar a lo largo de estos días, las ansias de venganza de la familia de la víctima mortal de este tiroteo. Sin lugar a dudas, uno de los momentos más tensos y en el que esas ansias de venganza quedaron manifiestas de manera más clara se vivió el pasado lunes a mediodía, cuando ante la presencia de los medios de comunicación, familiares de la víctima mortal de este suceso, rompieron el cordón policial establecido por la Ertzaintza para proferir amenazas al otro clan y gritos de “sangre por sangre” y “venganza” entre otros.
La toma de declaración del juez del caso a seis de los siete detenidos por estos hechos ha llegado tras finalizar la reconstrucción del tiroteo que se produjo el pasado domingo hacia las 16.20 horas en la calle Zubileta de Burtzeña. Los disparos acabaron con la vida de un hombre de 56 años cuyos restos descansan desde el pasado martes en el cementerio de la localidad cántabra de Castro-Urdiales, mientras que las balas hirieron de gravedad a otras dos personas, una mujer de 26 años y un adolescente de 16 años. Dentro de las labores de investigación realizadas por la Ertzaintza desde casi los momentos posteriores al tiroteo, los agentes se incautaron el pasado martes de una serie de armas en cuatro viviendas del barrio de Burtzeña. En concreto, las armas requisadas son cinco escopetas, dos revólveres, una pistola, varias armas blancas manipuladas, navajas automáticas y machetes además de munición de diversos calibres. La investigación de estos hechos continúa abierta, por lo que no se descarta que pudiera haber nuevas detenciones relacionadas con este tiroteo mortal.