“Arranqué, me puse el cinturón, pero no sabía por dónde tenía que circular. No conozco las señales de tráfico y confiaba ciegamente en mi compañero". El conductor que causó la muerte a dos personas y heridas a otras siete en Usurbil tras circular 8,5 kilómetros en dirección contraria por la autopista AP-8 ha declarado este lunes que aquella noche "como máximo había bebido dos cañas y estaba consciente", al volante de un Opel Astra, de su propiedad.

Pese a ello, ha reconocido que desde que obtuvo el permiso de conducir "de forma irregular" en su país en 2006 "jamás había conducido" por la red viaria vasca, hasta que se puso al frente del vehículo en 2017. “Habíamos estado en dos discotecas de Donostia. Me encontraba bien, pero no conozco las señales de tráfico y confiaba en las indicaciones de mi compañero. Solo me di cuenta de que iba en dirección contraria al chocar contra la ambulancia".

Juicio en Gipuzkoa

La declaración del acusado, que tenía 28 años cuando ocurrieron los hechos, en 2017, ha ocupado la primera parte de la segunda sesión del juicio con jurado que se sigue en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa y que se prolongará hasta el 28 de mayo. El acusado se enfrenta a una petición de catorce años de cárcel por parte de la Fiscalía, que lo responsabiliza de un delito contra la seguridad vial en concurso de normas con dos delitos de lesiones y otros dos de homicidio con dolo eventual.

El accidente se produjo pasadas las 6.20 horas del 11 de febrero de 2017, en la confluencia de la AP-8 con la GI-20, cuando el Opel Astra que conducía el hombre en sentido contrario chocó frontalmente con una furgoneta de transporte sanitario a la altura de Usurbil. 

Periodistas aguardan en la sala de la Audiencia de Gipuzkoa, poco antes de que se personaran los componentes del tribunal del jurado. RUBEN PLAZA

En el siniestro perdieron la vida dos de los seis ocupantes del Opel Astra conducido por el acusado: un joven de 23 años vecino de Bilbao y una mujer de nacionalidad brasileña, mientras que los otros cuatro resultaron heridos. Además, resultó herido el chófer de una ambulancia de transporte, contra la cual colisionó el vehículo, y otros tres pasajeros que viajaban con él.

Vehículo sobreocupado

“Salí de la ciudad, pero no sabía por dónde tenía que ir. Confiaba en un amigo, a pesar de que había bebido. Pero cuando iba en dirección contraria nadie me dijo nada, todos mis acompañantes se habían quedado dormidos”, ha confesado. A la ida desde Bilbao a Donostia habían viajado cinco personas en el vehículo. A la vuelta regresaron seis, tras montarse en el turismo un conocido.

El Ministerio Público ha señalado que, "a pesar de haber ingerido bebidas alcohólicas", el acusado se montó en su vehículo "sobreocupado" con un total de seis personas y se dirigió por el barrio del Antiguo hacia la autopista AP-8. En un momento dado, al llegar a una confluencia de carriles, el acusado realiza una maniobra “especial” sobre la que ha incidido la Fiscalía. “Paró durante diez segundos. Se había pasado el cruce que le llevaba a Bilbao en dirección correcta. Se detiene frente a dos líneas longitudinales”. ¿Por qué se para?, se ha dirigido la Fiscalía al tribunal.

La tesis de la Fiscalía es que el acusado entra de forma “ilógica y temeraria” en sentido contrario. “Paró porque se preguntó: ¿Paso o no paso? Era consciente de lo que estaba haciendo. Finalmente decidió acceder a la AP-8 en sentido contrario, a pesar de que el lugar estaba perfectamente iluminado y señalizado, tanto por señales verticales como con una doble señalización de prohibido”.

Una tesis en torno a la cual poca luz ha arrojado el conductor. “No recuerdo haberme parado durante diez segundos, ni haber visto ninguna línea longitudinal en la carretera. Estaba superconfiado en mi acompañante”, ha insistido.