La Audiencia de Bizkaia ha condenado a un hombre a 11 años de prisión por saltarse la orden de alejamiento de su compañera sentimental y por maltratarla de manera reiterada y agredirla sexualmente.

La sentencia de la sección sexta de la Audiencia vizcaina, que puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, ha constatado que el hombre encausado, de 32 años, es reincidente y tenía una orden de alejamiento previa por dos delitos de maltrato a su novia, dictada el 22 de junio de 2022 por un juzgado de Violencia sobre la Mujer.

El tribunal ha declarado probado que el procesado incumplió de manera reiterada la orden de alejamiento y comunicación desde ese mismo mes de junio y que ambos retomaron la convivencia en agosto en un piso de Bilbao.

Durante esa convivencia, que se prolongó hasta finales de septiembre, la sentencia relata que el procesado "agredió a su compañera sentimental física, sexualmente (obligándola a mantener relaciones sexuales) y psíquicamente".

Constata que le controlaba el teléfono, "borrando mensajes y fotografías, obligándola a cambiar de número para impedir contacto con familiares y amistades"; la eliminaba de las redes sociales y la obligaba a mandarle fotos para saber su ubicación y videollamadas para comprobar con quién estaba, prohibiéndole o dificultándole salir con amigas, salvo si contaba con su permiso, y no permitiéndole acudir a sus clases".

Además, en la resolución se recoge una agresión sexual que tuvo lugar a principios de septiembre, que fue confirmada en el juicio por una amiga de la víctima que la presenció.

También se describe una agresión en la que la víctima sufrió "puñetazos en la boca y en las costillas" en un bar de Bilbao en octubre, cuando la mujer y el procesado ya no convivían.

La Audiencia de Bizkaia ha tenido en cuenta la declaración de la víctima, de su madre, los testimonios de testigos de las dos agresiones citadas, de varios agentes, así como los mensajes telefónicos entre ambos para estimar acreditada que había una relación de "dominación", "intimidación", "imposición" y "desprecio sistemático" de él sobre ella, en un "clima habitual de violencia" física, verbal y sexual.

El tribunal ha considerado al procesado autor de un delito continuado de quebrantamiento de condena; dos delitos de maltrato, uno habitual y otro no habitual, y un delito de agresión sexual.

El condenado tendrá que indemnizar a la joven con 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil.