El reloj pasaba de la una de la madrugada del 22 de febrero cuando Pedro López vio como alguien entraba a su habitación del hospital de Cruces. En un primer instante, pensó que se trataba de algún familiar de su compañero y por ello, no se asustó al ver entrar a un desconocido. Sus alarmas saltaron cuando vio cómo el hombre se dirigió hacia el armario, rebuscó en los bolsillos del pantalón que estaba colgado y salió corriendo por la puerta.

Pedro avisó a su mujer, Merche Plata, y se dirigieron a contar lo que acababa de pasar en Atención al Paciente. Allí les transmitieron que desde el hospital no podían hacer nada, ya que este solo se hace cargo de las pertenencias de sus pacientes hasta que son trasladados a la habitación. Una vez allí, el paciente es el responsable de sus propias pertenencias. 

Según detallan, el ladrón se llevó consigo la cartera de Pedro, en la que tenía 500 euros en metálico y aunque Pedro se percató de lo que estaba ocurriendo al verle de pleno realizar la sustracción de su pantalón, no pudo darle el alto al verse encamado. El sospechoso, se puso una gorra antes de salir de la habitación y desapareció a todo correr.

Robo en la habitación

Entonces, Pedro puso en conocimiento de la Seguridad del hospital de Cruces lo ocurrido y facilitó la descripción del hombre al que consiguió ver cuando entró en la habitación. Se trata de un varón de entre 35 y 40 años, de complexión fuerte, calvo y con una gorra negra. Uno de los guardias de seguridad que se encontraba por la zona reconoció al individuo por la descripción y les comunicó que había visto al presunto ladrón entrar en el edificio, pero no salir. 

Posteriormente, Merche presentó una denuncia formal en la Policía Municipal de Santurtzi, con la esperanza de que se encuentre al presunto ladrón. "Es terrible que aprovechen para robar en los momentos de más debilidad", indicaba decepcionada sobre el robo que había sufrido su marido.