Diciembre se ha convertido en el mes con más víctimas de violencia de género de 2022 tras confirmarse el asesinato de al menos nueve mujeres a manos de sus parejas o exparejas, lo que hace subir hasta 47 las víctimas de violencia de género en lo que va de año y hasta 1.180 las contabilizadas desde 2003. Rebeca es la última, la novena según la contabilidad oficial, después de que solo un día antes, el martes, se confirmara el asesinato de una mujer de 88 años en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) presuntamente también cometido por su pareja.
Además, se investiga la posible naturaleza machista del asesinato de otra mujer de 44 años en la localidad soriana de Matamala de Almazán y sigue ingresada en la UCI de un hospital de Granada la mujer de 29 años que la pasada Nochebuena fue herida de gravedad por un disparo efectuado por su pareja en la vivienda familiar de Armilla (Granada), mientras la Guardia Civil continúa buscando a su agresor.
La primera víctima de la violencia de género de diciembre se conoció el pasado día 4, cuando la Guardia Civil detuvo en Mazarrón (Murcia) a un británico de 69 años como presunto autor del asesinato de su pareja, una mujer de 52 años de esa misma nacionalidad. Ese mismo día en Madrid fallecía una mujer de 67 años con esclerosis múltiple a la que su marido dejó morir después de que sufriera una caída en su domicilio y éste no le suministrara su medicación ni la socorriera.
El 10 de diciembre en Albacete era asesinada por su pareja una mujer de 48 años y una semana después los Mossos d’Esquadra detenían en Lleida a un hombre de 40 años por matar presuntamente a su compañera, cuyo cadáver se localizó en su trastero.
El 17 de diciembre una mujer fue apuñalada por su exmarido en la localidad sevillana de Dos Hermanas y dos días después un hombre de 83 años se entregó a la Policía Nacional en Zaragoza tras asesinar a su esposa. El día 22, otra mujer fue asesinada en Asturias por su pareja, dejando huérfanos a dos hijos menores de edad.
Por otra parte, la Guardia Civil investiga un presunto caso de violencia machista ocurrido el 25 de diciembre en Calahorra (La Rioja), donde una mujer de 32 años se precipitó desde un segundo piso. La víctima se encuentra ingresada en un hospital de Gasteiz en estado grave.
Diciembre es un mes trágico en cuanto a víctimas de violencia machista. Si este año ya se contabilizan al menos 9 mujeres muertas, el año pasado fueron ocho los asesinatos machistas. El último mes del año ya fue el más trágico en 2015, con 10 mujeres asesinadas, y en 2008, con 11, la cifra más alta en un mes desde que hay registros.
Tras conocerse las últimas muertes, el Ministerio de Igualdad ve necesario un análisis del Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (VioGén) para que contenga mayor información sobre medidas judiciales, ya que la mitad de las víctimas des este último había presentado denuncia y en el caso del asesinato de Rebeca en Bilbao algunos vecinos confirmaban que el presunto agresor tenía antecedentes en delitos machistas.
Igualdad reunió ayer por primera vez al comité de crisis (que aglutina a los Ministerios de Interior, Justicia e Igualdad, las comunidades autónomas donde se han registrado los crímenes y las Unidades de Violencia), tras el repunte de asesinatos y la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, calificó la situación de “extrema gravedad” e hizo un llamamiento a instituciones y a la sociedad para que estén “alerta” de cara a los próximos días festivos, puesto que la experiencia demuestra que son las fechas en las que se acumulan un mayor número de crímenes machistas. “Con las vidas de estas mujeres encima de la mesa sólo podemos pedir alerta, extremar la precaución y todos los actores e instituciones debemos trabajar sin descanso para intentar anticiparnos a cualquier situación”.
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, apuntó la necesidad de revisar el sistema VioGén, que coordina el Ministerio del Interior. Rosell recordó que la mitad de las mujeres asesinadas este diciembre habían presentado denuncias contra su presunto agresor, por lo que el protocolo de protección de las víctimas debería “ir más allá” para “mejorar el sistema de prevención”. “Debemos procurar a cada víctima la puerta que mejor se ajuste a su situación de violencia”. “Hay que esforzarse más, nunca es suficiente”.
