Entre 60 y 80 autobuses se han visto afectados por el nuevo sabotaje contra unidades de Bizkaibus que se ha producido este viernes de madrugada. Desconocidos han atacado los autobuses del servicio foral de transporte de viajeros por carretera, en concreto lo que cubren las líneas de Ezkerraldea y Enkarterri, que se encontraban estacionados en las cocheras de Aparkabisa, en Trapagaran. Se trata del segundo ataque se produce contra estos autobuses, ya que el pasado 8 de noviembre también fueron saboteados con pintadas en las lunas y ruedas pinchadas, lo que afectó al servicio.

Según ha informado el departamento de Seguridad del Gobierno vasco, una llamada ha alertado esta pasada madrugada, sobre las 3.40 horas, de que varias unidades de Bizkaibus, aparcadas en las instalaciones de Aparkabisa, en Trapagaran, había sufrido daños, ante lo cual se desplazaron varias patrullas de la Ertzaintza.

Tal y como ha podido saber DEIA, el ataque ha afectado a entre 60 y 80 autobuses, que han sufrido pinchazos en sus ruedas, la mayoría entre dos y tres.

El ataque está impidiendo la prestación normal del servicio en las líneas de Ezkerraldea. Según ha informado la propia DIputación, se ha podido recuperar el servicio en las líneas 3321, 3331 y 3136, esta última desde las 9.30 horas. En el resto, las frecuencias se están recuperando "poco a poco".

Dos concesionarias del servicio, una de ellas la que presta servicio en Ezkerraldea y Enkarterri, llevan varias semanas realizando paros y protestas para reclamar la negociación del convenio y ayer jueves sus trabajadores llevaron a cabo una jornada de huelga de 24 horas.

No es el primer ataque que se produce en las últimas semanas contra unidades del servicio de Bizkaibus. El pasado 8 de noviembre decenas de autobuses amanecieron con sus lunas delanteras pintadas y las ruedas pinchadas, lo que afectó al servicio.

Condena de la Diputación

Por su parte, el diputado foral de Transportes y Movilidad Sostenible, Miguel Ángel Gómez Viar, ha condenado el ataque, "unos hechos que repercuten en la ciudadanía que de nuevo se ha visto afectada en sus tareas cotidianas, en un día además en el que no había previstos paros en el servicio y, por tanto, tampoco servicios mínimos".

Gómez Viar ha señalado que desde la empresa concesionaria "se está trabajando a lo largo de la mañana para ir recuperando el servicio de forma progresiva" y ha vuelto a pedir a ambas partes, trabajadores y dirección, que se sienten a negociar. "La obligación de la Diputación es velar por el cumplimiento de los contratos que tiene firmados con las empresas concesionarias; no es, en ningún caso, la encargada de sentarse a negociar un tema que es de ámbito estrictamente laboral", ha recordado. "Cuanto antes se produzca esta negociación, mejor para todos, especialmente para la ciudadanía vizcaina, que es la principal perjudicada por este conflicto”, ha insistido.