"Fue algo increíble", es una de las frases que más se repiten entre los vecinos de La Bisbal d'Empordà que sufrieron ayer la tormenta de granizo, con el saldo de una niña de 20 meses muerta por traumatismo, medio centenar de heridos leves y, además, decenas de edificios y vehículos con los cristales rotos.

Y es que los diez minutos que duró la granizada sobre La Bisbal y alrededores ha dejado un balance de decenas de coches y edificios con cristales rotos y abolladuras, por lo que el ayuntamiento se plantea solicitar que se declare zona catastrófica.

"Fue algo increíble, no lo he visto nunca", repiten incrédulos los vecinos de La Bisbal d'Empordà, donde entre las 19.35 horas y las 19.50 horas cayó una violenta tormenta de granizo que dejó numerosos heridos y daños en tejados y cristales de edificios, mobiliario urbano y vehículos.

"Veremos como responden ahora las aseguradoras, pero nos estamos planteando pedir la declaración de zona catastrófica", ha detallado la alcaldesa accidental de La Bisbal, Carme Vall Clara.

La edil de Comunicación de La Bisbal, Xènia Sala, ha agregado que "prácticamente la totalidad de los coches que estaban estacionados en la calle han quedado gravemente dañados, las lunas traseras rotas y las delanteras abolladas, igual que la chapa de muchos vehículos". Numerosas grúas han tenido que actuar ante los desperfectos.

Esta madrugada el conductor de una de las grúas que retiraba vehículos de la calle contabilizaba que se habían llevado unos 80, pero que había muchos más.

Entre los vehículos dañados se encuentran cinco coches patrulla de los Mossos d'Esquadra de la comisaría de La Bisbal.

En la capital del Baix Empordà "todavía estamos asumiendo el alcance de los destrozos", detalla la alcaldesa accidental, que apunta que entre los edificios dañados está el propio ayuntamiento, donde se rompió por varios sitios la claraboya y una cristalera de colores quedó agujerada.

También han quedado dañados el Museo de Cerámica, la oficina de Hacienda y el Centro de Atención Primaria (CAP), edificios donde se rompieron varios cristales, como muchos otros edificios residenciales del municipio.

Cuando empezó la violenta tormenta de granizo, calificada de "histórica" por algunos expertos meteorólogos por ser la de mayor medida de la piedra -entre 10 y 11 centímetros- de los últimos 20 años en Cataluña, los vecinos tuvieron que correr a refugiarse en locales porque, además de temer el impacto directo, el granizo que se precipitaba contra el suelo duro se rompía y sus distintas partes salían disparadas en todas direcciones.

Desde que se inició el cuarto de hora trágico en La Bisbal d'Empordà y los pueblos de los alrededores y hasta entrada la madrugada, los Bomberos de la Generalitat recibieron una cuarentena de avisos, 39 de la capital del Baix Empordà y dos de Forallac, por diferentes daños en edificios y en el cableado eléctrico.

Además, debido a la avalancha de heridos, medio centenar, en los primeros momentos los Mossos también ayudaron a los servicios sanitarios a atender a las personas golpeadas por el granizo.

Entre los destrozos también ha habido caída de árboles y la muerte de pájaros que se refugiaban en ellos.