Bilbao - La familia de Néstor Gándara, el joven muerto de manera violenta en 1996 en el monte Pagasarri, ha recurrido la sentencia de absolución emitida en diciembre de 2013 por la Audiencia Provincial de Bizkaia, después de que un jurado popular decidiera por unanimidad absolver a I. A. A., principal sospechoso. Los miembros del jurado se acogieron a la "duda razonable" y a la "falta de pruebas objetivas" para dictar su veredicto, por lo que el magistrado de la sala dictó una sentencia absolutoria sobre el entonces acusado, al igual que sucedió con los otros dos imputados en la causa, los hermanos J. I. B. B. y F. E. B. B. En el caso del primero se retiraron los cargos, mientras que al segundo se le acusó de encubrimiento, pero el delito prescribió.
"Nunca me he conformado", explicó ayer a DEIA Begoña Martínez, madre de Néstor Gándara. La búsqueda de justicia le ha llevado, a través de sus representantes legales, a interponer un recurso que será defendido el próximo 1 de abril, fecha prevista para la vista oral, en la Audiencia Provincial de Bizkaia. "Todavía no sabemos si lo van a admitir", indicó con cautela.
Desde que se dio a conocer la sentencia, los responsables legales de la familia han trabajado en el recurso, presentado "a finales de febrero", con la intención de rebatir algunas de las conclusiones que llevaron al jurado a dictar un veredicto de absolución.
Crimen
La familia de Néstor Gándara lleva luchando desde hace 18 años. El caso del Pagasarri se remonta al 26 de enero de 1996. En la fecha de los hechos, Néstor tenía 24 años y residía junto a su familia en el barrio de San Adrián, a 500 metros del caserío donde I. A. A., conocido como El lechero, vivía con sus padres. Días antes de su muerte, el joven compró un todoterreno, un Suzuki Santana, en un taller de compraventa de coches situado en la campa de San Justo, en el citado barrio bilbaino, propiedad de los hermanos B. B. El 26 de enero de 1996, ambos quedaron con Néstor cerca del taller para devolverle cierta cantidad de dinero por la compra del vehículo. Lo que el joven desconocía es que los hermanos habían acordado con El lechero atraer a Néstor hasta ese lugar para darle un "escarmiento" por una presunta deuda, tal y como recogía el escrito del fiscal. Según este documento, en presencia de los dos hermanos, I. A. A. se acercó a Néstor por la espalda mientras este estaba sentado en el capó del todoterreno y le golpeó en la cabeza con un objeto contundente hasta en tres ocasiones causándole la muerte. Después, los tres trasladaron el cuerpo del joven hasta un barranco donde fue encontrado días después.
La Ertzaintza tardó quince años en arrestar al primero de los sospechosos, ya que el caso estuvo archivado por falta de pruebas. Tres lustros después de hallarse el cadáver de Néstor en la campa de San Justo, en la subida al Pagasarri, el caso se reabrió por orden del Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbao, que llevó todo el proceso, cuando alguien del entorno de El lechero le denunció ante la Guardia Civil.