Basauri - La Ertzaintza investiga la aparición el domingo de veneno en las inmediaciones del campo de fútbol de Basozelai, el barrio más elevado de Basauri. Durante la mañana de ese día, un vecino denunció ante la Policía vasca el estado en que se encontraba su mascota, un yorkshire de dos años. Según relataron a los agentes, el can comió pienso que apareció en la zona ajardinada cercana al terreno de juego del barrio. Al rato, comenzó a vomitar lo que había comido mezclado con sangre.
Cuando la patrulla de la Ertzaintza acudió al lugar, no encontró rastro de la comida envenenada. No obstante, abrió un investigación para aclarar lo ocurrido ya que están ante un presunto caso de maltrato animal.
El Ayuntamiento de Basauri, que también tiene conocimiento de lo ocurrido, asegura estar "muy pendiente" de recoger "con celeridad" la comida, aunque hasta ayer por la tarde no habían vuelto a aparecer restos sospechosos de ningún tipo. "Los servicios de limpieza están alertados", aseguran fuentes municipales. Los vecinos del barrio también miran con atención por donde pisan y, sobretodo, en qué lugares pasean con sus mascotas e, incluso, con sus hijos. "Los niños se llevan cualquier cosa a la boca. El listo al que se le ha ocurrido echar veneno no ha pensado en ningún momento en las consecuencias que puede tener", criticaron ayer María Teresa Sanz y Karmele Zabala, dos vecinas de El Kalero que suelen acudir con sus hijos y mascotas al parque con columpios cercano a la zona en la que se intoxicó el perro cuyo dueño dio la voz de alarma.
"Estamos todos al loro por si vemos algo sospechoso. Más le vale a quien haya sido no volver a hacerlo", avisaba el resto del grupo de las amatxus, también con pequeños. Según cuentan, es la primera vez que escuchan que pasa algo similar en la zona. Sí ocurrió un hecho parecido en el parque Etxebarria, en Bilbao, el año pasado cuando varios perros estuvieron a punto de morir tras comer veneno en la calle.