Leioa. El polígono de Ibarrabarri en Leioa estuvo ayer a punto de convertirse en el escenario de una catástrofe. El buen olfato de un empleado de un pabellón vecino al que fue pasto de las llamas a primera hora de la tarde y la rápida intervención del Cuerpo de Bomberos de la Diputación impidieron que el fuego se propagase por el conjunto de las instalaciones próximas a la parada de Metro de la localidad.

La hora también tuvo su protagonismo en el suceso. A las 14.15 horas se declaró en llamas un pabellón de rotulación, justo cuando los trabajadores, un padre y sus dos hijos, se encontraban fuera comiendo. Alertado por el olor y el humo que salía de la empresa afectada, un empleado de un pabellón próximo llamó a la Policía Municipal, que avisó a los bomberos.

rápida intervención Rápidamente, se personaron en el lugar del suceso cuatro vehículos de agua, dos de altura y otros dos de mando pertenecientes a los parques de bomberos de Urioste, Artaza y Derio. En total sumaron 18 efectivos, que lograron sofocar el incendio registrado hacia las 18.00 horas, más de dos horas después de declararse. El fuego calcinó por completo las instalaciones que la empresa Autocad Rótulos posee en el polígono de Ibarrabarri.

El accidente no causó ningún herido, pero sí daños materiales que afectaron a los tejados de otros dos pabellones colindantes. El humo dañó, sin embargo, al conjunto de los nueve pabellones contiguos. Los bomberos que intervinieron en el suceso explicaron que "podía haber sido mucho más grave; en estos casos, cuando intervienes en fuegos declarados en pabellones industriales, no sabes lo que te vas a encontrar y siempre temes que se vaya a declarar una catástrofe. Aquí también estuvo a punto de producirse, ya que hemos retirado del pabellón afectado varios productos de pintura, así como algunas bombonas de acetileno y disolventes, que no se han visto afectadas por las llamas. Este tipo de productos entrañan un alto riesgo de inflamación", explicó un portavoz.

Se da la circunstancia además de que el pabellón anexo al siniestrado contenía también productos explosivos, que podían haber contribuido a magnificar el suceso.

El propietario de la empresa familiar calcinada expresó su desolación y sorpresa por el incidente. "No nos explicamos qué ha podido ocurrir. Tan solo nos alegramos de que el fuego no haya afectado más que propiedades materiales y su declaración nos haya pillado lejos", explicaba el afectado, mientras observaba con bastante amargura el espectáculo desolador, que mostraba su empresa pasto de las llamas. Al declararse el incendio, el propietario intentó usar la llave para entrar, pero fue imposible y los bomberos se vieron obligados a utilizar una rotaflex.

Pero el cielo de Leioa no se tiñó de gris solo por el incendio del polígono de Ibarrabarri. Poco después de que diesen la voz de alarma de este accidente, en el barrio erandiotarra de Astrabudua, se declaraba otro incendio en las cercanías de la estación de metro, que tan solo afectó a unos matorrales.

Siete familias desalojadas No fue este, sin embargo, el único fuego que debieron sofocar los bomberos de la Diputación en una tarde condicionada por el fuerte viento reinante, con rachas de más de 100 kilómetro por hora. A última hora de la tarde, las laderas que circundan los barrios de las Losinas y Orconera, en el municipio de Ortuella, y de Las Calizas, en Abanto-Zierbena, fueron pasto de unas llamas que se extendieron rápidamente por la zona como consecuencia del fuerte viento que soplaba en esos momentos.

El incendio, que generó unas llamaradas "espectaculares", según reseñaron testigos presenciales, obligó a los efectivos policiales, a cortar la carretera de acceso a Larreineta y a desalojar a siete familias residentes en las Losinas. Ante la posibilidad de que estos vecinos no pudieran volver a sus domicilios, el Ayuntamiento de Ortuella reservó varias habitaciones en un hotel de la localidad. Fuentes municipales de Ortuella siguieron de cerca el desarrollo del incendio, detectado a las 20.00 horas y sofocado pasadas las 21.30, y destacaron que el suceso "ha sido aparatoso pero se ha quedado en un susto sin afectados". Finalmente, las siete familias pudieron pasar la noche en sus domicilios.