En 1995, las Naciones Unidas proclamaron el primer sábado de julio como el Día Internacional de las Cooperativas, si bien se viene celebrando desde hace un siglo. Euskadi es un referente mundial en el cooperativismo, con importantes firmas de trabajo asociado, donde las personas que trabajan son dueñas de la empresa y porque cuenta con una entidad, única en el mundo, de ámbito público privado, que lo promociona y difunde: el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi. Su presidente es Patxi Olabarria.

El lema elegido por la Alianza Cooperativa Internacional para este año es Las cooperativas construyen un mundo mejor. ¿Es un enunciado ambicioso?

Es la realidad. Estamos hablando de un modelo de empresa centrado en las personas, que es democrático, igualitario y equitativo, que fomenta la participación económica y genera empleo de calidad y que se preocupa por su entorno. Es decir, cada empresa cooperativa contribuye a mejorar su comunidad, su territorio. Y entre todas construimos un mundo mejor, y en nuestro caso en concreto, podemos decir que las cooperativas vascas construyen una Euskadi mejor. Por eso, hoy más que nunca es un día para poner en valor el gran trabajo de las personas que hacen posible la empresa cooperativa y les traslado mi felicitación a todas ellas.

¿Cómo están valoradas las cooperativas en el conjunto de la sociedad vasca?

A tenor de los últimos estudios que hemos hecho, las cooperativas son el tipo de sociedad empresarial mejor reconocida a nivel social. La ciudadanía relaciona los atributos de participación, riqueza compartida y compromiso de las personas. Y para las personas más jóvenes, se presenta como la mejor recomendación de alternativa laboral, por la calidad del empleo y su sostenibilidad. Es decir, tenemos muy buena percepción en la sociedad lo que se traduce en un reconocimiento a nivel económico y social.

Y en este sentido, la labor del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi es determinante…

Desde luego porque nuestro compromiso es firme. El Consejo es una entidad única en el mundo cooperativo estatal, europeo y mundial con un Pleno en el que están representadas las empresas cooperativas, las tres universidades, Gobierno vasco y Diputaciones. Nuestras funciones principales son la promoción y difusión del cooperativismo, además de asesorar y colaborar con las Administraciones en temas relacionados con el ámbito cooperativo. 

“En la última década se han constituido 1.928 cooperativas que han creado un 13% de empleos más”

¿Qué perspectiva de futuro ofrece el cooperativismo vasco?

Desde luego el modelo cooperativo es el modelo del futuro, pero también lo es ya del presente. Hay una ola imparable que influye en muchos países, sobre qué características debe tener la empresa del mañana y se parece mucho a lo que es una cooperativa. Se habla de la participación de las personas, el cuidado del territorio o la sostenibilidad económica y ambiental. Estas cuestiones están completamente alineadas con los principios y valores de las cooperativas, que después de un siglo de historia, tienen unos pilares muy sólidos.

¿Los datos avalan esta solidez?

Desde 2010 se ha experimentado un destacado crecimiento de creación de cooperativas. Concretamente, en la última década, se han constituido 1.928 empresas cooperativas que han aportado un crecimiento del 13% de puestos de trabajo. Los datos evidencian y corroboran que la fórmula cooperativa se adapta a cualquier actividad y es susceptible de ser desarrollada en cualquier sector. Es decir, es el modelo empresarial que mejor contribuye a la riqueza y al bienestar de Euskadi.

¿Cuál es la realidad vasca del tejido empresarial cooperativo?

Más de tres de cada cuatro cooperativas son cooperativas de trabajo asociado siendo este tipo de cooperativa, el que cooperativiza el trabajo, el mayoritario, además con un peso muy destacado en el sector industrial, el 11% del empleo industrial, y un gran porcentaje de ventas internacionales. A esta tipología le siguen a distancia las del sector de enseñanza, las agroalimentarias y las de consumo. Y también se están formando cooperativas en otros sectores y formatos; tenemos por ejemplo la creación de comunidades energéticas de formato cooperativo, o las cooperativas de viviendas de cesión de uso que pronto serán realidad en Donosti. En empleo directo hablamos de 60.000 personas en el País Vasco.

¿Cómo convive el arraigo al territorio de las cooperativas con la gran internacionalización de los negocios?

Casi el 70% de las ventas de las empresas cooperativas vascas son ventas internacionales, pero las decisiones se toman a nivel local. Es decir, el compromiso es doble: en los mercados mundiales y en el territorio y en esto se basa la sostenibilidad.

¿El modelo cooperativo puede calar más en la juventud vasca que otro tipo de figura jurídica?

Según nuestros últimos datos, los valores de nuestra juventud están totalmente alineados con los valores cooperativos, y es un orgullo porque el futuro de nuestro país depende de ellas y de ellos. Además, la empresa cooperativa tiene muy buena percepción por parte del alumnado universitario, por lo que está en mejor disposición para atraer talento. Esta premisa nos anima a trabajar en el apasionante reto de atraer a la juventud vasca al emprendizaje colectivo, a otra forma de hacer empresa, con valores y con ambición de transformación social.