N seguro de comunidades ofrece seguridad a los vecinos y les protege ante cualquier siniestro. Esta tipología de seguro resulta de gran utilidad ya que cubre los gastos derivados de los accidentes más habituales que pueden surgir en zonas comunes como pueden ser las escaleras, terrazas, patios u otras estancias de uso compartido.

La Ley de Propiedad Horizontal no obliga a las comunidades de propietarios a contratar un seguro que cubra daños en la finca, pero en determinadas comunidades autónomas, como es el caso de Madrid o Valencia, se obliga a estar cubierto, como mínimo, frente a incendios y daños a terceros.

Sea o no obligatorio, disponer de este tipo de seguro resulta muy recomendable, ya no solo cubre averías o daños, sino también la responsabilidad civil de los propietarios ante lo que pudiera pasar.

Cada propietario también se puede beneficiar de este seguro, ahorrando en el continente de su póliza indivual.

Coberturas

Los seguros para las comunidades de propietarios tienen que hacerse a medida para cubrir todo aquello que la comunidad considere necesario. La cobertura de responsabilidad civil ante tercero debería ser una cobertura básica.

En el caso de que la propiedad tenga un contrato de mantenimiento, todo lo que esté incluido en dicho contrato no tendría que estar incluido en el seguro. Es el caso de los edificios que tengan contratada una garantía de mantenimiento para los ascensores, por ejemplo.

En cuanto a las coberturas de un seguro básico de comunidad debería incluir, además, las contingencias más comunes, como son incendio, roturas, daños por agua o fenómenos climatológicos, así como asistencia jurídica.

Al margen de las coberturas básicas existe también la posibilidad de contratar adicionales, las cuales pueden cubrir robo, daños estéticos, asesoramiento, rotura de cristales, accidentes individuales en las zonas comunes y protección jurídica, entre otras.

También es posible asegurar el mobiliario y los objetos artísticos comunitarios, así como las instalaciones deportivas, los trasteros, los jardines,las zonas de trabajo e incluso, los vehículos del garaje.

Buen mantenimiento

Como buen seguro, siempre lleva letra pequeña. En este sentido, es importante resaltar que un seguro de comunidad no cubre daños motivados por la falta de mantenimiento y cuidados. En estos casos, la comunidad tiene que hacerse cargo de la reparación o la indemnización de cualquier forma.

Por tanto, no hay mejor recomendación que la prevención, además de usar adecuadamente las instalaciones de las comunidades para evitar todo tipo de accidentes, y por supuesto, hacer correctamente los mantenimientos e inspecciones necesarias.

Las zonas comunes de las comunidades suelen ser el origen de muchos siniestros