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Cristina CortésPsicóloga infantil

"Saltamos de una pantalla a otra buscando algo que nos satisfaga"

Los cuentos siempre han formado parte de su intervención terapéutica, porque los ve como un medio para acceder a miedos, emociones y posibles soluciones. Hablamos con Cristina Cortés, psicóloga especializada en infantil, desarrollo y trauma

"Saltamos de una pantalla a otra buscando algo que nos satisfaga"B.R.

En este mismo instante es el nuevo libro de Cristina Cortés, un cuento poético, ilustrado por Lorea Larraya y June García, que combina narración simbólica, reflexión emocional y fundamentos científicos para transmitir un mensaje profundo sobre la atención plena, el apego seguro y la conexión humana. “Porque urge una conexión con uno mismo y con los demás”, apunta la psicóloga infantil, Cristina Cortés.

QUIÉN ES

Cristina Cortes es psicóloga especializada en infantil, desarrollo y trauma. Imparte formación a profesionales y familias sobre trauma y apego. Dirige el centro de psicología de la Salud Vitaliza y es autora de varios, libros entre ellos Mírame, siénteme y de libros ilustrados. Su nueva obra es En este mismo instante.

El deterioro de nuestra salud mental en la sociedad es alarmante. ¿Cree que su cuento ilustrado puede ayudar a superar este deterioro?

¡Ojalá! A través del cuento lo que pretendo es ayudar a tomar conciencia y darnos cuenta de los problemas que tenemos, muchos de ellos relacionados con la falta de conexión que se está produciendo, cada vez de forma más intensa, tanto con nosotros mismos como con los demás. El fin es contribuir a ver la realidad que está presente.

¿Quizá no nos creamos del todo que si nuestro corazón es un sol nuestra mente será un arco iris?

La verdad es que es una bonita expresión lo que acabas de decir, porque el corazón es el motor de todo nuestro cuerpo y el funcionamiento del corazón y la mente está muy relacionado, se retroalimentan. Las investigaciones demuestran que no solo hay neuronas en el cerebro, también en el corazón y en el intestino. Desde esa perspectiva, la mente es el ente que nos permite ver todos nuestros estados emocionales, las sensaciones. Lo importante es poder aceptar cada una de las características que tenemos.

“El corazón es el motor de todo nuestro cuerpo”

Tras leer su cuento poético con ilustraciones tan elocuentes de la naturaleza, ¿cuán urgente es la conexión con uno mismo y con los demás en nuestra sociedad?

Somos seres sociales, tenemos características propias de los mamíferos y estos se desarrollan en el proceso de crianza con la conexión, los humanos también. Es importante, porque en nuestra biología está el ser social. Eso implica que la regulación que tenemos que hacer es la de la capacidad de manejar el malestar y hacerlo apoyándonos en los demás; una vez que hayamos tenido muchas experiencias en las que hemos sido calmados con y por los demás, empezamos a ser capaces de tranquilizarnos a nosotros mismos. Si en lugar de eso nos desconectamos de nosotros y de los otros, nos irá inundando la tristeza, que es una de las emociones más intensas que hay ahora y la que peor se maneja. ¿Cómo intentar combatirla? Con distracción intensa por todos los lados.

La portada del cuento ilustrado 'En este mismo instante'.

Su libro parte de la situación tras la pandemia. ¿Por qué cuatro años después sale su cuento poético sobre el miedo pandémico? ¿Hemos superado el miedo? ¿Hemos salido mejores?

No era tanto hablar del miedo de la pandemia, sino que por las circunstancias vividas nos aislamos y empezamos a distraernos más con las pantallas. Esto nos ha llevado a tener continuamente la mente ocupada, vamos saltando de una pantalla a otra esperando encontrar algo que nos satisfaga. Los estudios nos están diciendo que eso lleva a lo que se denomina la mente divagante, que genera una sensación de tristeza que cada vez se está haciendo más intensa. De alguna manera nuestros adolescentes están ahí en ese universo de la mente errante. La sintomatología que presentan nos habla de su incapacidad para manejar las emociones y cómo quieren escapar continuamente del malestar que manifiestan sin lograrlo.

Todos los cuentos tienen algún ápice de sabiduría. ¿Cuál es en el suyo?

Lo que propongo es innato, cuando nacemos, un bebé está en un estado pleno: solo sabe estar, sentir y percibir y, además, lo esencial que debe recibir para poder desarrollar armoniosamente todo su cuerpo y cerebro es afecto y cariño. Intento transmitir que las soluciones las tenemos en nosotros. Cuando desplegamos la atención hacia otros y cuando tenemos experiencias de sintonía y sincronía es cuando nos sentimos más vivos y más vibrantes. Para eso, de alguna forma, hay que parar y prestar atención al otro, disfrutar con lo que el otro está sintiendo. Eso nos ayuda también a percibir de una forma más global y más sana.

Caballitos de mar, espongiarios, algas, caracolas… la naturaleza acuática es omnipresente en sus ilustraciones. ¿Por qué en blanco y negro una naturaleza de colores?

El blanco y negro igual es porque estamos en una etapa gris. Mis cuentos normalmente suelen tener mucho colorido. Este decidimos hacerlo monocromático, porque estamos en momentos complicados y difíciles. ¿Por qué naturaleza acuática? Porque de alguna manera el mundo emocional se simboliza con el agua y se trataba de utilizar simbolismos que tenemos, arquetípicos para llevarlos a las ilustraciones del cuento.

"La sonrisa en el instrumento que nos conecta con el otro"

Conectar con los demás y con la naturaleza en sus susurros, trinos, cantos…, ¿respirar a fondo y rítmicamente es buen camino para la conexión con nosotros mismos, los otros y el entorno?

Lo primero es intentar pacificar la mente. Desde luego, las investigaciones lo que nos indican es que cuando practicamos respiración abdominal y respiraciones profundas se va produciendo una sincronía en el corazón alcanzando el mismo ritmo que el respiratorio. Esto, además, logra calmar la amígdala, la estructura cerebral que vive más el estrés, la ansiedad, las emociones negativas. Entonces, la respiración se convierte en una vía para desacelerarnos y en la medida que nos desaceleramos vamos a facilitar el estar más atentos a lo que está ocurriendo y no vivir tan dispersos. Así que el respirar rítmico y a fondo se convierte en un buen recurso.

Su otra técnica de conexión es la sonrisa. ¿Es la terapia idónea para la buena salud mental?

La sonrisa es algo innato en nosotros, los fetos sonríen en el vientre, lo hacen de forma involuntaria y el bebé enseguida sonríe nada más nacer. La sonrisa en el instrumento que nos conecta con el otro. Cuando sonreímos simplemente a nivel gestual ya provocamos que se produzcan conexiones neuronales que facilitan el cambio del estado. La alegría nos lleva a la sonrisa, pero la sonrisa si la entrenamos también nos lleva a la alegría.

“Saltamos de una pantalla a otra buscando algo que nos satisfaga”

¿Por qué dirige su libro a los niños? ¿Por qué propone ejercicios de meditación para niños?

Los ejercicios en realidad están pensados para hacerlos en familia y cuando implicamos a los padres en algo, desde luego les estamos facilitando que tomen conciencia de que lo que necesitan es bajar el ritmo, ir menos acelerados, que presten atención en lo que ocurre en su familia; los ejercicios pretenden ser algo grupal, que se haga entre padres e hijos, utilizando para ello la imaginación.

¿A quién recomendaría su psicoterapia contemplativa? ¿A quién dirigiría y firmaría con especial dedicación su libro en aras a conseguir una mente serena?

El mindfulness se practica desde hace más de 30 años en los procesos terapéuticos, sobre todo en los dirigidos a regular el estrés, y está pensado para que desaceleremos y podamos prestar atención a las cosas sencillas de nuestro entorno y estar más conectados con todos. Se puede recomendar a todos, pero yo lo dirigía especialmente a padres y educadores, porque si entre ellos están conectados van a facilitar que el desarrollo de los niños sea también a través de la conexión. Creo que en estos momentos donde nuestros niños y jóvenes se pierden entre tantas pantallas hay que volver a lo simple.