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Alertan sobre el uso de gafas de 'farmacia' para conducir: una práctica peligrosa en aumento

Las gafas premontadas se venden sin receta en farmacias, supermercados y comercios no especializados

Alertan sobre el uso de gafas de 'farmacia' para conducir: una práctica peligrosa en aumentoPB

Ópticos, oftalmólogos y expertos en seguridad vial han lanzado una alerta sobre el uso cada vez más extendido de gafas de “farmacia”, también conocidas como gafas premontadas o de lectura rápida, para conducir. Aunque estos productos ofrecen una solución inmediata y económica para la presbicia o vista cansada, su uso al volante puede acarrear graves consecuencias.

¿Qué son las gafas de farmacia?

Las gafas premontadas se venden sin receta en farmacias, supermercados y comercios no especializados. Están diseñadas para tareas puntuales como leer o coser, y no requieren de prescripción médica. Su popularidad se debe, principalmente, a su bajo coste (entre 5 y 20 euros) y a su disponibilidad inmediata.

Sin embargo, estos productos no están personalizados: suelen tener la misma graduación en ambos cristales y no consideran parámetros visuales fundamentales como la distancia interpupilar o el astigmatismo. Usarlas para actividades que requieren un rendimiento visual preciso, como conducir, puede comprometer la seguridad.

Conducir con gafas premontadas: ¿cuáles son los riesgos?

Conducir requiere una visión clara y precisa a diferentes distancias y bajo condiciones variables de luz. Las gafas premontadas, al no estar ajustadas a las necesidades específicas de cada usuario, pueden provocar visión borrosa, fatiga ocular, dolor de cabeza o desorientación visual. Estos síntomas se intensifican durante la conducción nocturna o bajo condiciones climáticas adversas.

Los síntomas se intensifican durante la conducción nocturna.

Según indican varios estudios de seguridad vial, una deficiencia visual no corregida adecuadamente puede aumentar el tiempo de reacción del conductor en situaciones críticas. Además, se ha observado un incremento en el número de infracciones y accidentes relacionados con problemas de visión no diagnosticados o mal corregidos.

Lo barato puede salir caro: gafas sin control profesional

Uno de los principales problemas de estas gafas es que quienes las usan a menudo desconocen que no son una solución médica. Al no pasar por una revisión profesional, muchos usuarios ignoran condiciones como el astigmatismo, diferencias de graduación entre ambos ojos o alteraciones en la visión binocular.

“El peligro no es usar gafas de farmacia para leer un menú o mirar una etiqueta. El verdadero riesgo está en emplearlas para tareas complejas como conducir, que requieren una visión precisa, constante y bien adaptada”, explican desde distintos colegios profesionales de ópticos-optometristas.

Recomendaciones de los expertos en salud visual y seguridad vial

Ante el aumento del uso inadecuado de estas gafas, los expertos recomiendan:

  • Revisar la vista con regularidad. Una visita anual al óptico-optometrista es clave, especialmente a partir de los 40 años.
  • Evitar conducir con gafas premontadas. No ofrecen la precisión necesaria ni están diseñadas para el uso prolongado o situaciones exigentes.
  • Utilizar gafas graduadas personalizadas. Solo una prescripción óptica puede asegurar la correcta adaptación visual individual.
  • Prestar especial atención a la conducción nocturna. En estas condiciones, la mala corrección visual puede provocar reflejos, halos o deslumbramientos que afectan directamente la seguridad vial.

La visión, un pilar fundamental de la seguridad vial

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La salud visual sigue siendo un aspecto muchas veces subestimado cuando se habla de conducción segura. Sin embargo, ver bien es tan importante como mantener el vehículo en buen estado o respetar las normas de tráfico. Utilizar gafas adecuadas, prescritas por un profesional, es una decisión responsable que puede marcar la diferencia entre evitar un accidente o protagonizarlo.

El uso de gafas de farmacia puede ser útil en determinadas situaciones cotidianas, pero al volante, lo recomendable es contar siempre con una corrección visual adaptada y profesional. Porque en la carretera, la visión clara no es una opción, es una necesidad.