La ciática es una dolencia común en la población adulta, especialmente entra las personas de 30 a 50 años. Ello hasta el punto de que alrededor del 40% de las personas la experimentarán en algún momento de su vida. ¿Quieres conocer a fondo esta cuestión? Los doctores Fernando Torre Mollinedo y Rubén Álvarez, de Quirónsalud, nos explican al detalle los factores de riesgo, tratamientos médicos eficaces para combatirla e incluso remedios caseros que alivian el dolor.

Según ambos especialistas de la Unidad del Dolor, la ciática está causada por la irritación o compresión del nervio ciático, que está formado por las raíces espinales de L4-L5 y S1, que salen de la columna lumbar, se juntan en la parte posterior del muslo y se distribuyen por la pierna alcanzando el pie. Una causa muy frecuente de ciática es la hernia discal (consiste en la rotura del disco intervertebral y su entrada en el canal espinal, comprimiendo las raíces que forman el nervio ciático y es más frecuente en personas entre 30 a 50 años). Otras causas son: estenosis espinal (significa que el canal espinal por donde viajan los nervios se estrecha, es más frecuente en personas mayores de 50 años), espondilolistesis (consiste en el desplazamiento de una vértebra sobre otra con el atrapamiento de la raíz) y traumatismos o lesiones en la columna vertebral, entre otros.

El dolor de la ciática suele manifestarse como una sensación de ardor, pinchazos o electricidad que se irradia desde la parte baja de la espalda hasta las piernas, a veces llegando hasta los pies. Puede ir acompañado de entumecimiento, debilidad muscular y dificultad para mover la pierna afectada. En las primeras fases, el dolor es intenso, continuo, dificulta conciliar adecuadamente el sueño y la movilidad.

En cuanto a la frecuencia de un episodio de ciática en la población, varía según diferentes factores, como la edad, el estilo de vida, las condiciones médicas preexistentes y otros factores de riesgo. “Algunas estimaciones sugieren que alrededor del 40% de las personas experimentarán ciática en algún momento de su vida”, aseguran los doctores Torre Mollinedo y Álvarez al tiempo que indican que “no hay una diferencia significativa entre hombres y mujeres en términos de susceptibilidad a la ciática”.

A su modo de ver es importante tener en cuenta que “cada persona es única y puede experimentar la ciática de manera diferente según su situación individual y sus factores de riesgo”.

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciática incluyen:

  • Edad: La ciática se vuelve más común a medida que las personas envejecen, ya que los discos intervertebrales tienden a deteriorarse con el tiempo.
  • Estilo de vida: Factores como la falta de ejercicio, el sobrepeso u obesidad, y el trabajo que requiere levantar objetos pesados o estar sentado durante largos períodos de tiempo pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciática.
  • Condiciones médicas preexistentes: Condiciones como la hernia discal, la estenosis espinal, la espondilolistesis y la osteoartritis pueden aumentar el riesgo de ciática.
  • Lesiones previas: Lesiones en la columna vertebral, como una caída o un accidente automovilístico, pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciática en el futuro.
  • Factores genéticos: Algunos estudios sugieren que ciertos factores genéticos pueden aumentar la predisposición a desarrollar problemas de espalda, incluida la ciática.

El dolor de la ciática se irradia desde la parte baja de la espalda hasta las piernas. Freepik

Remedios caseros para la ciática

¿Sabías que existen remedios caseros para la ciática? Desmitificando mitos, los especialistas apuntan a la aplicación de compresas frías o calientes en el área afectada para aliviar la inflamación y reducir el dolor, realizar ejercicios de estiramiento suaves para mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos de la espalda y las piernas, mantener una postura correcta al sentarse y al levantar objetos, evitar permanecer mucho tiempo en la misma posición, utilizar almohadas ergonómicas para mantener una alineación adecuada de la columna vertebral al dormir, y practicar técnicas de relajación como el yoga, taichi o meditación para reducir el estrés, que puede agravar el dolor. “La prevención evitando el sobrepeso y realizando ejercicio físico con regularidad ayudarán a evitar este tipo de problemas”, subrayan.

Tratamientos médicos para combatirla

Los tratamientos médicos para combatir la ciática se aplican en su fase inicial o aguda, es decir, durante las primeras semanas. Incluyen el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), como el ibuprofeno, naproxeno, dexketoprofeno, para reducir el dolor y la inflamación, relajantes musculares para aliviar los espasmos musculares, como el diazepam y analgésicos para controlar el dolor, como paracetamol o tramadol.

“Su médico puede recomendarle una pauta de corticoiesteroides en las fases iniciales de dolor por ciática. Posteriormente en una fase subaguda, tras 2-3 semanas, la fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad, calor en la región lumbar mediante onda corta, o láser, y electroestimulación, mejoran la sintomatología”, apuntan ambos doctores.

Tratamientos médicos y remedios caseros alivian el dolor. Freepik

La infiltración epidural proporciona alivio

En casos de dolor intenso que no cede con el tratamiento conservador, procedimientos como la infiltración epidural o descompresión discal pueden ser de elección. “La infiltración epidural es un procedimiento en el que se inyectan esteroide y anestésico local en el espacio epidural alrededor de los nervios afectados y la hernia con el objetivo de reducir la inflamación y aliviar el dolor”, explican Fernando Torre Mollinedo y Rubén Álvarez.

Esta técnica puede proporcionar alivio a corto y a largo plazo. Se estima que la infiltración epidural es exitosa en proporcionar alivio del dolor en aproximadamente el 50% al 90% de los casos. Existen diferentes tipos de abordaje epidural, el interlaminar, foraminal o caudal. El especialista en el tratamiento del dolor elije el abordaje más adecuado, pensado en la mayor efectividad y alivio para el paciente. “Su médico puede recomendarle otros tratamientos como la descompresión discal o catéteres epidurales si estas infiltraciones no son suficientemente eficaces”, añaden.

La infiltración epidural es considerada un procedimiento seguro y efectivo para el alivio del dolor cuando se realiza por un profesional experimentado. “Debemos tener en cuenta que es un procedimiento habitual no solo en dolor crónico sino también en anestesia. En nuestro equipo de las Unidades del Dolor de los Hospitales Quirónsalud Bizkaia y Quirónsalud Vitoria trabajamos con protocolos contrastados y equipos de imagen de altísimo nivel que nos permiten aumentar la eficacia y seguridad de la técnica disminuyendo al máximo los posibles riesgos y complicaciones”, argumentan ambos expertos.

En cualquier caso, recuerdan que “es importante discutir cualquier preocupación sobre los riesgos y las posibles complicaciones con el médico antes de someterse a una infiltración epidural. Además, el procedimiento generalmente se realiza bajo la supervisión de un médico especialista en medicina del dolor o un anestesiólogo con experiencia en este tipo de procedimientos y bajo sedación consciente”.

Combatir la ciática en el embarazo

Durante el embarazo, debido al riesgo potencial para el feto, no se realiza habitualmente la infiltración epidural, pero existen otras opciones para aliviar el dolor de la ciática. “Aunque existen alternativas de corticoides que sí podemos utilizar no debemos usar imagen radiológica en este momento del embarazo. En su lugar se recomiendan otras opciones de tratamiento, como paracetamol, reposo, terapia física, ejercicios de estiramiento prenatal adaptados, uso de dispositivos de apoyo como fajas de maternidad y aplicación de calor o frío en el área afectada. A partir del tercer mes de embarazo se reduce el riesgo teratogénico de los fármacos. En casos de dolor intenso que no cede con reposo y tratamiento conservador se puede valorar realizar una epidural en una mujer embarazada, sopesando los beneficios y riesgos, siempre por un profesional” indican los especialistas.