La doctora Irene Moraleja, especialista en Aparato Digestivo y en técnicas endoscópicas de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Bizkaia, señala que “acuden a consulta muchos pacientes que han pasado por diversas dietas sin conseguir un peso saludable que les ayude, no sólo a sentirse mejor con su físico, sino a tener mejor salud general y mejorar su calidad de vida en todos los sentidos”. 

 ¿Qué opciones mínimamente invasivas pueden ayudar a tratar la obesidad?

Para tratar la obesidad, existen varias opciones terapéuticas que pueden ayudar a los pacientes a perder peso y mejorar su salud, porque no olvidemos que esta enfermedad puede influir en el desarrollo de otras patologías (Hipertensión, Diabetes, Apnea del sueño, Osteoartritis, etc.). Las técnicas endoscópicas, todas ellas mínimamente invasivas, son por ejemplo los Balones Intragástricos y el Método Apollo. Ambas opciones son una ayuda eficaz siempre que se acompañen de un programa personalizado de alimentación y seguimiento multidisciplinar por parte de profesionales de endocrinología, nutrición y psiquiatría que guíen al paciente en la adquisición de nuevos hábitos. Aprender a comer de forma saludable y evitar el sedentarismo son determinantes en el éxito de los tratamientos para la obesidad.

¿En qué casos están indicados los Balones Intragástricos?

Esta opción está indicada para personas con sobrepeso u obesidad leve o moderada (grados I y II); con ella conseguimos crear una sensación de saciedad precoz que combinada con hábitos de alimentación saludables permite alcanzar una pérdida de peso de entre el 10% y 20%. Recomendamos esta técnica a pacientes que hayan pasado por diversas dietas sin alcanzar un peso saludable. Para tener éxito es clave que exista compromiso por parte del paciente, adquirir buenos hábitos alimenticios y acompañarlo con actividad deportiva individualizada. Por ello recomendamos la opción de balón de 12 meses, porque es en ese tiempo en el que el paciente tiene que integrar en su vida nuevas pautas y hábitos y mantenerlas una vez retiremos el balón para no volver a recuperar el peso después.

¿Qué hay que tener en cuenta antes y después de la colocación de un Balón Intragástrico?  

La colocación del balón es una técnica ambulatoria que se realiza mediante endoscopia, no precisa ingreso hospitalario y el paciente puede marcharse a su domicilio en poco tiempo con las pautas farmacológicas y alimenticias recomendadas. Tras su colocación el paciente puede notar sensación de plenitud gástrica, dolor en el estómago y nauseas que se controlan correctamente con medicación y que ceden progresivamente hasta la normalidad en un periodo de 48h. 

Los primeros 5 días tras la colocación el paciente debe llevar una dieta líquida, tras esto, dos días de dieta semilíquida y posteriormente ir introduciendo dieta pastosa y blanda de forma progresiva. Otras recomendaciones que solemos hacer es masticar lentamente, dejar de comer o beber cuando se nota sensación de saciedad, realizar 4-5 comidas al día de menor volumen, tomar al menos 1,5 litros de líquido al día y excluir alimentos difíciles de digerir.

Una vez colocado el balón pautamos acudir al seguimiento con psiquiatría y nutrición ya que gracias a este acompañamiento el paciente adquiere y mantiene posteriormente las pautas recomendadas de forma más natural.

Balón intragástrico

¿El Método Apollo en qué consiste?

Se trata de una intervención endoscópica, esto significa no quirúrgica, en la que a través de la  boca mediante una endoscopia accedemos al estómago para observarlo y disminuirlo de tamaño. Es una opción que indicamos a personas con obesidad leve o moderada (grados I y II), que hayan desistido de las dietas o bien no hayan conseguido mantener un peso saludable tras la retirada del balón. En algunos casos de obesidad grado III (IMC mayor de 40) podrían ser candidatos si se dan unas circunstancias específicas y hayan iniciado con éxito un tratamiento multidisciplinario (médico, nutricionista y psiquiatría) y llegado a un objetivo de IMC prefijado.

Este tratamiento para la obesidad es mínimamente invasivo requiere anestesia general y tiene una duración de entre 90-120 minutos. Durante la intervención, se utiliza un endoscopio para introducir un instrumento específico en el estómago que permite suturar desde el interior y reducirlo entre un 60%-70%. Normalmente, se recomienda un ingreso hospitalario de 24 horas , y su postoperatorio es muy rápido y genera pocas molestias. La sensación de plenitud se produce especialmente en los primeros meses, por lo tanto la mayor pérdida de peso se suele producir en este periodo inicial. Este tratamiento ayuda a incrementar la saciedad, reducir la sensación de hambre y disminuir la cantidad de comida ingerida de forma natural. Como resultado de ello, se puede perder una media de 25 kilos.

Es importante destacar que la intervención, por sí sola, no consigue el efecto adelgazante pretendido a largo plazo, sino que constituye un elemento más de ayuda para controlar el hambre por su capacidad restrictiva sobre el estómago que hay que combinar con una alimentación sana y actividad física

¿Cómo puede un paciente equilibrar las expectativas de estos tratamientos?

Contar con una Unidad de Obesidad multidisciplinar ayuda a los pacientes a gestionar sus expectativas respecto a sus opciones de pérdida de peso. Todos los profesionales que conformamos la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Bizkaia (coordinadora, endoscopistas, cirujanos, nutricionistas y psiquiatras) guiamos al paciente hacia una nueva forma de entender la salud, más allá de la técnica y del peso que pierda. Esto es así porque estos tratamientos son un proceso para adquirir nuevos hábitos de vida, tanto en alimentación como de ejercicio físico porque ningún tratamiento para la obesidad, incluida la cirugía bariátrica, resultará eficaz a largo plazo sin un compromiso del paciente en cambiar su estilo de vida.