Una pequeña luz quitamiedos colocada en el enchufe, una lamparita con una iluminación tenue por si tenemos que levantarnos de noche o una persiana sin bajar del todo a través de cuyas rendijas se cuela la luz del exterior son distintas formas que tenemos de mantener la habitación con un poco de luz mientras dormimos. Sin embargo, los expertos coinciden en que lo más saludable para descansar es la oscuridad total.

Nuestro cuerpo está programado para permanecer alerta durante el día y reponerse durante la noche. Esto se debe al sistema circadiano que regula nuestro organismo, el encargado de marcar los ritmos de sueño-vigilia y que nos señala qué hora es, cuándo se ha hecho de día y si ha llegado ya la hora de irse a la cama.

Los neurólogos defienden que lo más recomendable es dormir en la más absoluta oscuridad porque si el cerebro detecta la presencia de luz, puede interpretar que es de día cuando en realidad no lo es. Todo esto tiene mucho que ver con la melatonina, la hormona de la oscuridad y del sueño. Al dormir con luz, esta disminuye y va a hacer que sea mucho más difícil conciliar el sueño y este además será de peor calidad.

Una mujer duerme mientras los rayos del sol iluminan su cara. Freepik

Riesgos para la salud

Una exposición crónica a la luz durante la noche, aunque esta sea tenue, se ha asociado a nivel global con un mayor riesgo de problemas de salud como trastornos del sueño, obesidad, diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardiovascular, cáncer, problemas de salud mental, alzheimer o parkinson.

Además, dormir con luz puede causar fatiga y somnolencia durante el día debido a una deficiente calidad del sueño. Esto puede provocar también una reducción de la atención y de la capacidad de aprender cosas nuevas y memorizarlas. La falta de descanso provoca también un mayor riesgo de accidentes laborales y de tráfico.

La intensidad y el color de la luz también van a influir. Si la iluminación es muy potente, la melatonina disminuirá mucho más que si es cálida o tenue y si la luz es azul (dispositivos electrónicos) resultará más perjudicial que si es amarillenta o anaranjada.

En el caso de los niños, si necesitan dormir con luz lo más recomendable es que sea muy tenue y a ser posible apagarla en cuanto se duerman. Si eres de los que te levantas alguna vez por la noche, procura alumbrarte con una luz lo más débil posible, ya que si enciendes la luz de la habitación tu melatonina caerá en picado y te costará mucho volver a dormirte.

Un niño duerme con una lámpara encendida en la mesilla. Freepik

Sueño reparador

Para tener un sueño de calidad es recomendable mantener la mayor oscuridad posible, recurriendo incluso a cortinas opacas para el dormitorio o a un antifaz para los ojos en el caso de que no sea posible bloquear totalmente la entrada de luz. También es imprescindible evitar antes de acostarse la exposición a dispositivos que desprendan luz azul.

Procura dormir alrededor de ocho horas, irte a la cama y levantarte a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana, y no acostarte ni con hambre ni con el estómago demasiado lleno. Limita las siestas diurnas, haz ejercicio cada día y controla tus preocupaciones resolviendo los problemas que puedas antes de irte a dormir y dejando el resto aparcados para el día siguiente.

Siguiendo estos consejos conseguirás descansar mejor de noche y podrás estar más activo y vital de día ya que podrás realizar tus tareas diarias con más energía.