Disfrutar de par de mañana del aroma del café recién hecho es un gran placer y degustarlo forma parte de la rutina diaria de muchas personas. A ese primer café que nos templa y nos pone las pilas gracias al efecto estimulante de la cafeína, le seguirán otros a lo largo de todo el día.

Si eres consumidor habitual, a menudo te asaltará una duda: ¿estaré tomando demasiado café? Pues bien, hay muchos factores para determinar cuánto es demasiado y la limitación va más ligada a la persona que lo consume que al propio café: peso, patologías, medicamentos, sensibilidad a la cafeína, velocidad de metabolización...

La estadounidense Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) considera que el café forma parte de una dieta saludable si se toma con sentido común, pero consumido en cantidades excesivas puede resultar peligroso. Entre los efectos secundarios que puede provocar están: dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, latidos acelerados, malestar estomacal, náuseas o sensación de tristeza. 

Otra razón por la que debemos tomar el café con moderación es que se trata de una sustancia que estimula nuestros sistemas nervioso, respiratorio y circulatorio. Deben evitarlo personas muy nerviosas y aquellas que tengan problemas cardiovasculares, gástricos o anemia. 

Los expertos recomiendan un consumo aún más reducido a embarazadas y madres lactantes, mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desaconseja a los jóvenes tomarlo.

Recipientes con café en grano y molido. Freepik

Beneficioso para el organismo

El café consumido en su justa medida resulta muy beneficioso para nuestro organismo por su gran riqueza nutricional. Nos aporta una gran cantidad de antioxidantes (polifenoles) que nos protegen de la oxidación celular e impiden la acción de los radicales libres, evitando así un envejecimiento precoz.

¿Y cuál es su justa medida? Según la FDA, una persona adulta sin patologías puede tomar hasta 400 miligramos de cafeína al día, lo que se traduce en unas 4 tazas de café. La cafeína tiene un ligero efecto diurético por lo que no se acumula en el organismo y se elimina con la orina entre 3 y 6 horas después de haber sido ingerida. 

Recientemente, Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Salud Pública en la Universidad de Navarra y catedrático adjunto de Nutrición en la Universidad de Harvard, desmontaba en una entrevista en Nius el mito de que el café es malo. "Cada vez hay más estudios epidemiológicos que encuentran que el café tiene efectos beneficiosos sobre la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o la longevidad. Esto está muy demostrado", señalaba. 

El experto malagueño, además, añadía: "En los estudios bien hechos y a largo plazo, donde se ve la relación entre el consumo de café y las enfermedades clínicamente manifestadas, se ve una reducción del riesgo de enfermedad y una mayor longevidad en las personas que habitualmente consumen tres o cuatro tazas de café al día, comparado con las que no consumen café". 

La próxima vez que degustes un café, solo o en compañía, disfrútalo al máximo y deja que la cafeína, como antidepresivo natural que es, te aporte además una buen dosis de felicidad.

Cafetera y cápsulas de café. Freepik

Beneficios del café

  • - Contiene antioxidantes.
  • - Disminuye el avance del Parkinson.
  • - Ayuda a prevenir piedras en el riñón.
  • - Mejora el estado de ánimo.
  • - Potencia la memoria.
  • - Reduce el riesgo de padecer diabetes.