La cirugía ortopédica es un campo de la cirugía cuyo objetivo es resolver diversos trastornos del aparato esquelético y locomotor o disminuir sus síntomas. Los problemas que trata suelen afectar principalmente a los huesos, a las estructuras cartilaginosas o a las articulaciones.

Por ello, son numerosas las lesiones en las que se recurre a la cirugía ortopédica, que se pueden dividir según las partes del cuerpo que afectan. Así, por ejemplo, en los pies se actúa con cirugía ortopédica sobre la metatarsalgia, valgus del dedo gordo del pie, pie cavo, pie plano y dedos en martillo.

En el caso de personas con lesiones en las manos del tipo de ruptura del escafoides, lesión del túnel carpiano, síndrome de De Quervain, artrosis del pulgar (rizartrosis), tenosinovitis estenosante (chasquido en el dedo), también pueden recurrir a esta especialidad para solucionar su problema.

Si hablamos de la rodilla, son las operaciones del menisco o ligamentos y artrosis de rodilla las más habituales; mientras que en el hombro es la del manguito rotador; y en la cadera, la artrosis de cadera.

Dentro de la cirugía ortopédica, la cirugía de urgencia se considera una subespecialización. En este caso, se trata de un tipo de cirugía que se ocupa del tratamiento de emergencia de pacientes con lesiones traumáticas.

Sobre la conveniencia de ponerse en contacto con un ortopeda en los casos de las patologías mencionadas, en muchas ocasiones puede ser muy recomendable para el paciente, ya que será este profesional quien valorará la necesidad o no de una intervención quirúrgica.

El hecho de que este especialista sea también cirujano, hace posible que pueda recurrir a la intervención directamente cuando lo considere oportuno.

Práctica deportiva

En muchas ocasiones, la traumatología y la cirugía ortopédica son especialidades que caminan de la mano.

Incluyen desde la valoración clínica, el diagnóstico, la prevención, el tratamiento por medios quirúrgicos y la rehabilitación adecuada a la atención del paciente portador de enfermedades congénitas y adquiridas, de deformidades y de alteraciones funcionales traumática y no traumática del aparato locomotor y sus estructuras asociadas.

Partiendo de ello, la práctica deportiva y su relación con la medicina han atraído la atención de muchos profesionales hacia la traumatología y la cirugía ortopédica.

Si bien es cierto que muchos cirujanos ortopédicos se sienten atraídos por los deportes, debe quedar claro que estos profesionales se encargan de algo más que de lesiones deportivas.

En concreto, son especialistas que buscan restaurar la función normal de una parte del sistema musculoesquelético que esté deformada, enferma o lesionada, y métodos de rehabilitación física.

Por su parte, la medicina deportiva es la especialidad médica que estudia la aptitud para la práctica del deporte, trabajando tanto la prevención como el tratamiento de patologías derivadas de su práctica.

Así pues, esta especialidad se encarga del cuidado, asesoramiento, diagnóstico y tratamiento necesarios para hacer deporte de forma segura.

Pero, para entender la medicina del deporte lo mejor es conocer las disciplinas en las que se basa.

La primera es la prevención y tratamiento de lesiones relacionadas con la práctica de cualquiera de las disciplinas deportivas, así como el control y seguimiento de su rendimiento y el tratamiento de enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad, cardiopatías con la prescripción de ejercicio físico.

Otro de los aspectos clave tras un tratamiento en medicina deportiva es el que tiene que ver con la rehabilitación de lesiones o intervenciones.

En este proceso de recuperación, la fisioterapia postoperatoria juega un papel fundamental en la recuperación de un paciente tras una cirugía.

Sobre sus beneficios, destacar que acelera la recuperación tras intervenciones quirúrgicas, por lo que son numerosos los médicos y cirujanos que prescriben la rehabilitación tras un postoperatorio.

Entre las ventajas de acudir a un un fisioterapeuta, los especialistas apuntan hacia una minimización de los riesgos y a una recuperación más rápida.

Además, la fisioterapia postoperatoria trabaja la movilidad y la flexibilidad. Aunque no todos los postoperatorios son iguales, en casi todos hay que guardar reposo.

Por ello, las sesiones de fisioterapia postoperatoria están orientadas en volver a entrenar la movilidad de la zona intervenida, con ejercicios pautados según el paciente y con el ritmo adecuado para una recuperación eficaz.

Otro de las ventajas de acudir a un fisioterapeuta durante un proceso de rehabilitación es que las técnicas que aplica pueden calmar el dolor postoperatorio.

De hecho, el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CFCFE) recuerda que la fisioterapia es una disciplina indispensable en la recuperación física y emocional del paciente con dolor postoperatorio. Su aplicación tiene una mejora significativa en pacientes con cirugías menores y en pacientes con operaciones de larga duración.