Las cejas juegan un papel fundamental de cara a enmarcar el rostro y a la vez enfatizar la mirada. Por ello requieren una atención primordial cuando se busca potenciar la belleza facial. Técnicas como la micropigmentación son hoy en día la solución más idónea para mostrarlas perfectas.

Ello unido a que en la sociedad actual ha adquirido mucho protagonismo la imagen explica el auge que está tomando la micropigmentación de cejas. “Este tratamiento nos permite lucir todo el día impecables”, asegura Cristina Marín, directora del centro de estética Teringel Belleza.

De hecho, ahora no solamente se recurre a esta técnica en el caso de tener las cejas despobladas, con calvas o bien por no tener pelo… sino también para lograr la forma de la ceja que más favorece a cada persona, tal y como destaca Cristina Marín.

Aunque en un principio fueron las mujeres quienes demandaban este tratamiento de belleza, poco a poco, la micropigmentación ha ido ganando numerosos adeptos entre los hombres.

“Es un trabajo que embellece mucho a la persona, rejuvenece y, sobre todo, armoniza las líneas del rostro”, afirman desde Teringel, al tiempo que recalcan que “no tiene ningún riesgo”. A este respecto, desde este centro de estética ubicado en Barakaldo explican que “utilizamos pigmentos hipoalergénicos y material especial para que las personas con problemas de diabetes o por ciertas medicaciones, por ejemplo, no tengan ninguna contraindicación para hacérsela”.

Más duradera, menos agresiva

La micropigmentación es más duradera y menos agresiva que el microblading. La diferencia es que en este último caso se introduce el pigmento en la epidermis (capa superficial de la piel) mientras que en la micropigmentación se deposita en la dermis (capa intermedia).

Por otro lado, en cuanto a la distinción con el tatuaje, la micropigmentación difiere de aquel en la técnica y los pigmentos que se utilizan, mientras que en los tatoos se recurre a tintas. Más en concreto, “los pigmentos de la micro son de base mineral y en los tatuajes son de agua”, especifica esta profesional con dilatada trayectoria en la materia.

Técnica especial

En Teringel aplican una técnica especial para hacer el diseño de cejas. “A cada persona le hacemos lo que le va mejor. Y dibujamos a mano alzada, sin calcos ni plantillas”, detalla su directora. Dotándose siempre de aparatología de última generación, cuentan con un dermógrafo con programas para todo tipo de cejas y pieles, muy concretos dependiendo asimismo de la edad y el sistema que cada cual necesita, si es pelo a pelo o un difuminado, ya que no se hace la misma técnica en todos los casos.

En vista de tales factores, a la hora de hacerse la micropigmentación, Cristina Marín considera esencial ponerse en manos de buenos profesionales y con experiencia, al tratarse de un tratamiento con efecto permanente. En este sentido recuerda que “el láser de borrado solo lo aclara, no lo llega a borrar y exige sesiones mensuales, que enrojecen la zona”.

SABÍAS QUE...

El tatuaje común tiene alrededor de 8.000 años. Pero las técnicas han ido evolucionando y la primera micropigmentación aparece en 1850. En origen se empezó a utilizar para disimular cicatrices y marcas de nacimiento y tras la Segunda Guerra Mundial comenzó ya a recurrirse a ella como técnica de belleza para dar color a las cejas, los labios y los párpados.

En 1986, Carole Frank introduce la micro en España. Entonces se llamaba maquillaje permanente y se realizaba con un sistema manual, lo que se denomina microblading. Por su parte, Lidia Leung fue la precursora de la micro electromagnética en 1989, si bien comenzó con un método de rayado que después se ha ido optimizando.

Taiwán y Hong Kong fueron los líderes de la micropigmentación en 1991, antes de popularizarse.

Un hito en su desarrollo lo marcó Mario Gisbert, quien introdujo en 1993 el sistema de pelo a pelo, dado que hasta entonces se hacían las cejas con el método compacto. Un año después se lanza el término micropigmentación en vez de maquillaje permanente y en 1995, la micropigmentación entra en el sistema educativo español como asignatura en el Grado Superior de Estética, puesto que “es un trabajo de gran importancia que debe hacer un profesional, al entrañar gran responsabilidad por ser permanente”, indica la directora de Teringel Belleza.

En 1997 se creó la Asociación Española de Micropigmentación, fundada por Josefina Carrasco, Pilar Frutos y Mario Gisbert, quienes la inscribieron en el Registro Nacional de Asociaciones.