El Pirineo bearnés, el más cercano a Euskadi y Nafarroa, ofrece múltiples experiencias para disfrutar de sus estaciones de esquí a lo largo del invierno. Todo está ya listo en La Pierre Saint-Martin, Gourette y Artouste, al igual que en las zonas de esquí de fondo y raquetas de Le Somport, Issarbe, Bosque de Braca e Iraty.
El aficionado a los deportes invernales puede elegir entre multitud de propuestas que generen el máximo contacto con la naturaleza, la nieve, los bosques centenarios y las amplias vistas panorámicas a la gran cordillera cercana a casa.
Como ejemplos destacados, la estación Pierre Saint-Martin, considerada la más familiar del Pirineo, ya abierta y con una oferta de 27 kilómetros distribuidos en tres zonas y 30 pistas, ofrece esquiar al alba y al anochecer, así como con antorchas a sus 2.000 metros de altitud, mientras que Gourette pone en valor su zona de principiantes con un renovado parque infantil, así como nuevos recorridos con raquetas y talleres de supervivencia en la naturaleza.
Conviene no olvidar que Gourette ofrece también una tirolina de 400 metros de longitud y los precios más competitivos con forfaits para familias desde los 22 euros para principiantes y los 32 para los principiantes plus, que permiten acceder a la nueva telecabina Cotch.
La bella y salvaje Artouste incorpora frente al imponente Midi d’Ossau una amplia terraza de descanso con zona de jacuzzi, cenas en la telecabina y paseos en el tren cremallera más alto de Europa. Y siguen en activo las siempre salvajes estaciones de esquí nórdico de Le Somport, Issarbe, Bosque de Braca (la Pierre Saint-Martin), junto a los baños de bosque en torno al mayor hayedo de Europa en Iraty.