Si les hablamos de puentes vizcainos probablemente les vengan muchos a la mente. Y es que son muchas las masas de agua que encontramos en el territorio, y la mejor forma concebida por el ser humano para superarlas han sido precisamente los viaductos, esos que ahora les proponemos recorrer concebidos en la actualidad como mucho más que plataformas de paso. Son ahora, al fin y al cabo, auténticas obras de arquitectura, y algunas incluso tesoros históricos.

No es necesario para esta aventura más que ataviarse con ropa y calzado cómodos, paraguas si el tiempo así lo determina, y recorrer los diferentes puntos que les proponemos. Arrancamos, como no podía ser de otra manera, recorriendo la capital vizcaina, la villa de Bilbao, con su alrededor de una decena de puentes. En esta ocasión, les proponemos acercarse a algunos de ellos.

El primero que vamos a recorrer, empezando desde la estación de Abando es el del Arenal, siempre lleno de tiendas abiertas, gente y vida. Inaugurado en el año 1940, es la opción ideal para acercarse al teatro Arriaga y al Casco Viejo de la ciudad. También está muy cerca del segundo de nuestros destinos, el puente de la Ribera, que se encuentra precisamente junto a otro de los centros neurálgicos de la villa, ese mercado lleno de puestos y pintxos que no podemos perder la ocasión de disfrutar. 

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EN IMÁGENES: Así ha evolucionado el Mercado de la Ribera con el paso de los años. NTM

Si deshacemos lo andado, y continuamos por la margen derecha de la ría -o por la izquierda, es indiferente- alcanzaremos nuestro tercer destino, el puente del Ayuntamiento, que hace unas semanas pudimos ver a rebosar de actividad y teñido de rojiblanco pues era el destino final de la gabarra que llevó a los campeones de Copa hasta la casa consistorial.

La belleza de este puente radica en su estructura de hierro. Realizado por Ricardo de Bastida e inaugurado en el año 1934, recorrer sus 150 metros de longitud nos hará encontrarnos de frente con el Ayuntamiento, uno de los edificios más emblemáticos y hermosos de la villa. Si tienen la ocasión de visitarlo, sepan que su salón árabe es tan especial que muchas parejas sueñan con casarse en él. 

Pero esta no es ni mucho menos nuestra última parada del itinerario bilbaino. Y es que nos toca recorrer uno de los más conocidos de la villa, el conocido como Zubizuri, o Puente de Calatrava, tan reseñable como polémico. Este se inauguró en el año 1997 con una longitud de 75 metros y una interesante estructura por parte del arquitecto Santiago Calatrava, pero ya desde el principio no estuvo exento de cierta polémica.    

Tanto es así que el canal DMAX dedicó un programa de Grandes errores de la ingeniería a este emblemático viaducto. Y es que, al haberse realizado su suelo íntegramente con baldosas de cristal, la lluvia la convierte en una plataforma resbaladiza, algo que se ha solventado cubriendo el puente con una alfombra negra. Eso sí, nada de esto ha evitado que el Zubizuri se haya convertido en uno de los lugares más fotografiados de la villa. 

Y terminamos nuestro recorrido por Bilbao con dos puentes. Empezamos con el Puente de La Salve que, con sus 244 metros de longitud es también uno de los más altos de la Villa. Sus colores verde y amarillo combinados con el rojo destacan con el paisaje de la zona, coronado con el metálico del Guggenheim. Su altitud ha servido además en más de una ocasión para hacer pruebas deportivas con la ría de Bilbao como protagonista. 

Tampoco podemos olvidarnos del puente Euskalduna, que une el barrio de Deusto con la plaza Sagrado Corazón. Es perfecto para ir caminando a lugares como San Mamés, el propio teatro Euskalduna o el ya mencionado museo Guggenheim o Bellas Artes. Inaugurado en el año 1997, uno de los elementos más interesantes es el Itsasmuseum que se esconde bajo él, junto a la emblemática grúa Carola. Además, nos permite ver el legendario graffiti de Soñar y toda la isla de Zorrozaurre en su amplitud. Recorrerlo de noche es todo un espectáculo. 

Portugalete

¿Creían que nos habíamos olvidado de uno de los puentes más históricos de Bizkaia? No se preocupen, porque siguiendo el curso de la ría, ponemos rumbo a continuación al municipio jarrillero para visitar el Puente Bizkaia o ampliamente conocido como Puente Colgante.

Es, sin lugar a dudas, uno de los puntos más reconocibles si hablamos de este territorio, y es que casi simboliza el fin de la ría y el comienzo del mar desde 1893 a la par que une Portugalete y Getxo. Convertido en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pasó a ser el primer monumento en Euskadi en conseguir tal reconocimiento.

Tenemos diferentes formas de atravesarlo además. Bien podemos hacerlo a través de su pasarela que, situada a 50 metros de altura, podemos disfrutar de unas vistas espectaculares, o también en la barquilla, que cuelga de un carro de 36 ruedas y 25 metros de longitud. Otra opción que nos permitirá ver el puente desde la ría es tomar el clásico gasolino que une ambas orillas, una pequeña embarcación que muchas personas utilizan para cruzar. Es, además, la mejor opción para fotografiar tan emblemática estructura, pues veremos el puente en todo su esplendor.

Puente del diablo

Terminamos nuestro recorrido en el conocido como Puente del Diablo, o Deabruzubi, ya de vuelta a Bilbao. También llamado Puente de Castrejana, es un paso sobre el río Kadagua que posiblemente fue construido en torno a 1435 por Pedro Ortiz de Lekeitui, aunque varias fuentes atestiguan, según el Gobierno vasco, que su origen es anterior, pues ya en 1396 existía una estructura que permitía salvar este curso del agua. 

Deabruzubi.

Este puente de piedra que une el barrio de Castrejana de Bilbao con Las Delicias de Barakaldo no está exento además de leyendas. Y es que muchos mitos de Europa Occidental afirman que diversos puentes fueron construidos por el Diablo, quien ofrecía al constructor salvar las dificultades técnicas de la fabricación de la infraestructura a cambio de su alma, lo mismo con este de Castrejana. “El demonio debía acabar el trabajo durante la noche, antes del canto del gallo o del amanecer. A pesar de caer en la tentación y acceder al acuerdo, los mortales se las ingenian para engañarle, evitar la condenación eterna y, además, finalizar la obra”, cuentan desde el Gobierno vasco. Con este precioso puente, su historia y sus leyendas nos despedimos hasta la próxima aventura.