N Cabezón de la Sal, a poco más de una hora de Bilbao por carretera, el visitante podrá conocer las singularidades de los ancestrales poblados cántabros. El existente en su término municipal, referente de la Edad de Bronce y Hierro, muestra las casas y costumbres de los cántabros de hace milenios.

Tras atravesar la inmensa muralla que rodea el Poblado Cántabro de Cabezón de la Sal se advierte que has entrado en un enclave especial. En primer lugar, porque se sitúa en lo alto del Picu de La Torre, pequeña elevación sobre la que existe un dominio visual del territorio tal y como hubiesen escogido los antiguos cántabros. De hecho, era la ubicación de una antigua torre medieval de la que se cree proviene el nombre del municipio, ya que dichas edificaciones recibían el nombre de cabezos.

Este poblado es el referente divulgativo de la Edad de Bronce y de Hierro en Cantabria, y se recrea en elementos típicos de este arco cronológico. La técnica constructiva de las diferentes cabañas es fiel a la utilizada hace más de 2.000 años, según la información obtenida en campañas arqueológicas realizadas en Cantabria y el Norte de las provincias de Palencia y Burgos.

El visitante se encontrará con las típicas cabañas circulares, como las existentes en el yacimiento de Monte Bernorio o La Ulaña, donde se sumergirá en el modo de vida de sus antiguos moradores. Se puede advertir cuál era su distribución interior, observando los diferentes enseres y aperos utilizados en la vida cotidiana: molinos barquiformes, telares o recipientes cerámicos, entre otros.

También ofrece estructuras herederas de la segunda Edad del Hierro, para completar el arco cronológico a nivel constructivo. Es la típica cabaña cuadrada de influencia celtibérica, que alcanzó el mayor apogeo en territorio de los antiguos cántabros. Y no se puede pasar por alto la gran muralla construida en torno a las terrazas del interior del poblado.

Esta muralla es la única reproducción de este tipo que podemos encontrar en Cantabria, y refleja la técnica usada en esta clase de estructuras defensivas. Tanto su puerta de acceso como su corte longitudinal permiten apreciar la laboriosa tarea usada en los asentamientos fortificados.

visitas y secuoyas

Las visitas al poblado están programadas a las horas en punto, pero los horarios y pases dependen de la época del año. Normalmente se puede visitar de miércoles a domingo, con entradas a dos euros para los adultos y solo uno para los menores de hasta 13 años. Es imprescindible realizar reserva previa. Para grupos, en el 942 700 332 o turismo@cabezondelasal.net.

Y a pocos kilómetros de distancia se pueden visitar las secuoyas de Cabezón de la Sal, en Monte Cabezón. Agrupa la masa forestal más amplia de Europa de esta especie, con casi mil ejemplares de gran altura y grosor. Hay visitas guiadas a este declarado Monumento Natural por el gobierno cántabro. l