La rica cultura gastronómica y las tradiciones vascas destacan por su originalidad y autenticidad, diferenciándose claramente de las costumbres del resto del Estado. Ariane Hoyos, una influencer vasca afincada en Madrid, ha sabido capturar esta esencia a través de sus redes sociales, donde comparte sus experiencias sobre el contraste cultural que ha vivido desde que se trasladó a Madrid.

Con cerca de 500.000 seguidores en Instagram, Ariane utiliza su influencia para mostrar las particularidades de Euskadi, haciendo especial hincapié en los dulces vascos, que no tienen equivalente en el resto del país, y en otras costumbres que ha echado de menos desde su mudanza.

Los dulces vascos: un patrimonio único

En uno de sus vídeos de Instagram, Ariane Hoyos destaca tres dulces vascos emblemáticos que apenas se encuentran fuera de Euskadi. Con humor y entusiasmo, explica a sus seguidores por qué estos postres son tan especiales y cómo han marcado su vida desde la infancia. El primero de ellos es la carolina, un postre que nació de la imaginación de un pastelero bilbaíno que quiso crear un dulce para su hija Carolina, que adoraba el merengue. Esta pequeña obra de arte pastelera está compuesta por una base rellena de crema, cubierta por un generoso merengue decorado con yema de huevo y un toque de chocolate. "Es super delicadito y aesthetic", comenta Ariane mientras lo prueba en el vídeo.

Otro de los dulces que resalta es el bollo de mantequilla, su favorito personal. Este bollo es un símbolo de Euskadi, especialmente en Bilbao, y se ha convertido en un verdadero clásico. Ariane lo describe como "el mejor bollo del mundo", rememorando su infancia, cuando su madre le llevaba uno al salir del colegio. El bollo de mantequilla es una masa suave y esponjosa rellena de una deliciosa crema de mantequilla, un sabor que pocos conocen fuera de la región, pero que todo vasco tiene grabado en su memoria.

Finalmente, la influencer menciona el pastel de arroz, que a pesar de su nombre, no lleva arroz. Este postre tiene una textura suave y cremosa, casi como una tarta de queso, y es uno de los más consumidos en Euskadi. Es sencillo, pero sabroso, algo que a Ariane le resulta curioso por su simplicidad.

Costumbres vascas que sorprenden fuera de Euskadi

Además de los dulces, Ariane también ha compartido en sus redes sociales algunas costumbres vascas que le han llamado la atención al vivir en Madrid, y que no suelen encontrarse en el resto del Estado. En uno de sus vídeos en TikTok, hace referencia a la sorprendente diferencia en los tendederos. En Bilbao, debido al clima lluvioso, los tendederos suelen estar protegidos por un toldo azul característico que forma parte del paisaje urbano. Sin embargo, en Madrid, donde el clima es más seco, los tendederos se encuentran al aire libre. Este detalle aparentemente insignificante es, para los vascos, una parte esencial de la vida diaria que en la capital parece no tener sentido.

Otra de las curiosidades que destaca es el uso de la palabra "borragoma" para referirse a la goma de borrar. Este término es común en el Euskadi, pero al trasladarse a Madrid, Ariane descubrió que allí simplemente la llaman "goma" o "borra". Para ella, "borragoma" es una construcción lingüística perfecta que debería ser universal, lo que generó risas y sorpresa entre sus seguidores.

@arianehoyos cositas de vasca infiltrada en #madrid !!! la cami y los pendientes chulísimxs son de @Doberman Madrid 🔥 ♬ sonido original - Ariane Hoyos Pérez

Uno de los choques culturales más grandes para Ariane ha sido la reacción que provoca el kalimotxo, una bebida muy popular en Euskadi que mezcla vino tinto con refresco de cola. En Madrid, cuando lo pide en bares o terrazas, los camareros suelen mirarla extrañados y le ofrecen en su lugar un tinto de verano. Para Ariane, esta bebida es un símbolo de la Aste Nagusia, y su ausencia en la capital es un pequeño "dolor" cultural.

Finalmente, aunque aprecia que en Madrid es habitual que las consumiciones vengan acompañadas de una tapa, Ariane no puede evitar compararlas con los pintxos vascos, definiendo las tapas como "un pintxo a lo cutre". Los pintxos, que son pequeñas pero elaboradas creaciones culinarias, son un elemento central en la gastronomía vasca, y su calidad y presentación destacan frente a las tapas que se sirven en otros lugares.