El Vaticano pone orden para evitar el fraude en las supuestas apariciones de la Virgen. Así, informa Europa Press, ha establecido un nuevo procedimiento para examinar las supuestas apariciones marianas, así como otros fenómenos espirituales, que "por regla general" ya no se considerarán sobrenaturales y en el que la Santa Sede tendrá la última palabra para determinar si son dignos de devoción popular.
Así consta en el documento 'Normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales' publicado este viernes, que sustituyen a las dictadas por Pablo VI y entrarán en vigor el próximo domingo 19 de mayo, con el objetivo de evitar confusiones y estafas propias de la era digital.
No sobrenatural
Según ha explicado el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, una de las mayores novedades del texto es que, para evitar retrasos en el proceso de investigación de las supuestas apariciones, el proceso de discernimiento terminará "no con una declaración 'de supernaturalitate' (de sobrenatural)".
La nueva normativa, aprobada por el Papa el pasado 4 de mayo, replantea el proceso de evaluación usado por la Iglesia católica y en definitiva aparta la cuestión de si las autoridades eclesiásticas deben declarar como sobrenatural una determinada visión, estigma u otro acontecimiento aparentemente de inspiración divina.
El cardenal Fernández ha manifestado que el objetivo de esta nueva normativa es simplificar los procedimientos y poder llegar más rápidamente a una decisión sobre estos supuestos fenómenos sobrenaturales, lo que es especialmente importante en la era digital, sobre todo para evitar estafas y sortear a los que "intentan ganar dinero a costa de las creencias de la gente o manipularla".
Las nuevas normas sustituyen íntegramente a las anteriores, dictadas por el Papa Pablo VI en 1978, que no se hicieron públicas hasta 2011. Entre otras cosas, la nueva normativa también regula el uso del falso misticismo, así como el uso de imágenes espirituales como "medio o pretexto para ejercer control sobre las personas o llevar a cabo abusos". Por ejemplo, una de las monjas víctimas del sacerdote jesuita Marko Rupnik, aseguró en declaraciones a la prensa que solía invocar "la Santísima Trinidad para que hicieran "tríos sexuales".
Solo seis casos resueltos dede 1950
El purpurado argentino también ha asegurado que parte de la lógica que impulsa las nuevas normas es que en el pasado las decisiones "tomaban un tiempo excesivamente largo, que a veces abarcaba varias décadas", lo que significaba que un fallo a menudo llegaba cuando era "demasiado tarde". De hecho, desde 1950 solo seis casos de supuestas apariciones de la Virgen se han resuelto de forma definitiva.