Llevan desde el 1 de agosto haciendo el Camino de Santiago y no paran de cruzarse con personas que les advierten de que van en dirección contraria. Ellos, un grupo de jóvenes de Castellón, lo saben, y lo hacen a propósito por una razón muy concreta y que tiene mucho que ver con la música, según recoge la Cadena Ser.

Porque su camino no va a acabar, como cabría esperar, en Santiago de Compostela, sino en Aranda de Duero, con lo que en el último tramo incluso tendrán que desviarse del recorrido tradicional. Estos caminantes confían en llegar a la ciudad burgalesa el 11 de agosto. ¿Y por qué? Porque ese día (realmente la inauguración es el 10) en Aranda comienza el Sonorama, uno de los festivales de música más importantes de España.

El Sonorama Ribera celebra este año su 25º aniversario y en su cartel tiene artistas del nivel de C. Tangana, Izal o Amaia, y tras dos años de pandemia los aficionados a la música, especialmente al indie, tienen muchas ganas de que vuelva este festival. Y como estos jóvenes no tenían demasiadas fechas para realizar el Camino de Santiago han decidido compaginar ambas cosas de esta peculiar manera.

Una broma que se convierte en realidad

La idea surgió en el camino de vuelta del Sonorama 2019, la edición previa a la pandemia, “casi de cachondeo”, como relata Carmina, que bromea con la dirección de su camino. “¿Santiago no estará un poco harto de que todo el mundo vaya a visitarle y le cuente aventuras y él se quede en la catedral encerrado?”.

Carmina y Cristian, profesores, contaban sólo con el mes de agosto de vacaciones y decidieron peregrinar a Aranda, porque el premio final, aunque sea muy lejano a Santiago, a ellos les atrae muchísimo. No pudieron hacerlo en los dos últimos años (en 2020 se suspendió y en 2021 se celebró con aforo limitado) y en cuanto han podido han cumplido con su sueño, aunque aún les faltan unas cuantas etapas.

Eso sí, son conscientes de que haciendo unos 20-25 kilómetros diarios no van a poder llegar hasta Aranda caminando. Ya tienen cogido el autobús de Burgos a Aranda y también saben que no llegarán hasta Burgos, con lo que se buscarán un transporte para recorrer lo que les falte, con el compromiso de cada año ir haciendo las diferentes etapas hasta completar el camino.