SI quiere impregnar su casa del espíritu Bilbao sepa que puede guardar sus enseres en el aparador Uribitarte, que puede comer en la mesa de comedor Marzana, alumbrarse bajo la lámpara colgante Matiko, o colgar el chubasquero en el perchero Fika. Dos jóvenes diseñadores vizcainos, Lucas Abajo y Laxmi Nazabal, han puesto en marcha el proyecto Abana Bilbao especializado en mobiliario y accesorios de decoración con estilo nórdico, y se han lanzado al vacío, en un mercado hipercompetitivo con muebles con identidad propia. Un diseño con label bilbaino que utiliza la villa como fuente de inspiración “porque queremos apoyarnos en la marca Bilbao que ya tiene mucho tirón internacional”.
En 2011, en plena crisis, abandonaron sus respectivos trabajos para sumergirse en un proyecto que les apasiona. “Nuestro objetivo es que cualquiera pueda comprar muebles de diseño”, explica Lucas Abajo, un joven ingeniero de diseño industrial. Junto a Laxmi Nazabal, ha lanzado el denominado slow design, diseños y materiales locales, apoyándose en productos sostenibles y de calidad. “Hacemos cosas sutiles, nada estrambóticas, piezas para que el hogar resulte muy cálido”, resaltan.
La firma ofrece un concepto de decoración con una estética contemporánea y cosmopolita, con un precio intermedio entre los archiconocidos muebles de Ikea y las marcas de diseño exclusivo que se dirigen a clientes más elitistas con un potencial económico mayor. En realidad, es la primera marca que nace en Euskadi dedicada a la comercialización de mobiliario y otros artículos de decoración de diseño propios, pero con un inconfundible estilo nórdico o atlántico. “Nos gusta mucho este estilo porque ya no es el minimalismo que había en los 90, ahora es mucho más confortable”, indica Nazabal. “Por otro lado, y aunque resulte llamativo, hay ciertas conexiones de Bilbao con los países nórdicos, las maderas claras, las tapicerías, o la artesanía”, apostilla Abajo.
La colección inicial incluye seis innovadoras piezas de decoración. “Nuestro objetivo es crear objetos cotidianos que inspiren, que hagan la vida más bella, más fácil pero que al mismo tiempo creen entornos agradables y únicos”, subraya Laxmi Nazabal. Como el material también imprime identidad a la pieza se decantan por maderas de roble y haya del norte de la península, o barro rojo que es muy típico de Euskadi. Y en los textiles, usan un tejido danés que les encanta. “Usamos materiales cercanos pero tampoco nos rasgamos las vestiduras si tenemos que usar una tela de fuera porque tiene mejores propiedades o porque algo le viene muy bien al producto”, explica Abajo.
La primera colección de Abana Bilbao -disponible actualmente a través de la página web- ofrece diferentes piezas que ya se están dando a conocer a profesionales del sector como decoradores, arquitectos e interioristas. Su producto estrella es, sin embargo, la silla Revés. “Es una silla que recoge, abraza y permite sentirse protegido; puede usarse en modo lectura o en modo charla cambiando la posición de la capota de tela que cubre la pieza”, matiza Abajo. Sus trabajos ya han empezado a llamar la atención en mercados como Estados Unidos o China, donde han llevado a cabo ya sus primeras ventas gracias a las críticas de revistas internacionales.