Bilbao. ALQUILAR un piso a un grupo de estudiantes puede ser una inversión de futuro que revalorice una vivienda. Eso, siempre y cuando uno de los ocupantes llegue a despuntar y convertirse en un icono. El antiguo piso de estudiante en Berlín donde la ahora canciller alemana, Angela Merkel, vivió parte de su juventud, incluida la histórica noche de la caída del Muro, se puede alquilar ahora por noches, a 55 euros, a través de un popular portal que ofrece casas, apartamentos o habitaciones de vacaciones. Los propietarios están sacando un buen beneficio de aquel alquiler de los años 80 a una anónima estudiante.

La vivienda, de dos habitaciones y 55 metros cuadrados, de estilo muy berlinés y en uno de los barrios actualmente de moda de la capital alemana, Prenzlauerberg, se ofrece a través de la página Airbnb, que tramita hospedajes privados en todo el mundo. Ahí vivió la canciller, según revela el popular diario Bild, cuando dejó la parroquia del pueblo del territorio germano-oriental donde servía su padre, un pastor protestante, para cursar sus estudios de Ciencias Físicas en la capital.

En el apartamento no queda rastro del paso de la ahora canciller, puesto que, como el resto de viviendas de la zona, ha sido renovado para ofrecerse al turista y, entre otras cosas, en lugar de la caldera de carbón de entonces tiene ya calefacción central.

VIVIR COMO MERKEL

Viva como lo hizo Angela Merkel, dice la anunciante -que responde al nombre de Lene-, para detallar a continuación toda serie de ventajas: céntrico y a la vez tranquilo, puesto que no da a la calle sino a un patio interior, espacioso y con algunos árboles. La decoración es funcional -con los arquetípicos muebles de fabricación sueca- y, según informa el rotativo, la propietaria se enteró de que ahí vivió Merkel casualmente, a través de sus vecinos. En ese apartamento vivió la lideresa germana entre 1986 y 1990 y, según el vecindario, ahí pasaba noches o hasta semanas su actual esposo, Joachim Sauer, al que había conocido como hombre casado y con dos hijos.

También ahí escribió la ahora canciller parte de la tesis doctoral de Ciencias Físicas, en cuyo capítulo de agradecimientos figura el nombre de Sauer, ahora catedrático de Química en Berlín. Aquí pasó Merkel la histórica noche del 9 de noviembre de 1989, la de la caída del Muro, en que cientos de miles de ciudadanos germano-orientales cruzaron al otro lado, tras difundir la televisión las nuevas reglas para pasar al sector occidental.

Los comentarios de los visitantes de esa casa, incluidos en el portal bajo el anuncio www.airbnb.de/rooms/1363187, muestran en su mayoría opiniones positivas y expresan su satisfacción por su estado pulcro y tranquilo.