CUANDO el abuelo fue el primero en ascender a la estratosfera en 1931 y el padre hizo historia al descender a la fosa de las Marianas en un batiscafo en 1960, la presión que tiene la siguiente generación por trascender e igualar metas es elevada. El suizo Bertrand Piccard, sin embargo, ha conseguido dar continuidad a la estirpe de pioneros.
Piccard es doctor en psiquiatría. Fue el primero en dar la vuelta al mundo en globo sin escalas, en 1999. Es piloto. Es embajador de buena voluntad de las Naciones Unidas. Preside una fundación caritativa. Es caballero de la legión de honor francesa y recibió el premio de la orden olímpica. Es un gran comunicador y se gana la vida (también) dando conferencias. Se autodefine como "visionario" tras haber logrado con su proyecto Solar Impulse hacer volar un avión durante 26 horas sin una gota de combustible usando -día y noche- la energía del sol.
Un largo currículum que no desmerece al de su padre y su abuelo. "Va a cambiar el mundo", aseguró en Madrid uno de los patrocinadores de Solar Impulse, cuyo presidente es Piccard. El suizo de 52 años es un gurú, un Leonardo da Vinci versión siglo XXI, un Steve Jobs dedicado a las energías renovables. Como el fundador de Apple, Piccard huye de las corbatas y las chaquetas. Viste ropa deportiva. Su aspecto es más el de un atleta que el de un empresario. Y como Jobs está decidido a hacer la vida un poco mejor. Para ello combina ciencia y aventura.
tiempo de desafíos Psiquiatra y experto en hipnoterapia, parece que usa sus habilidades ante su audiencia, entre la que cada vez hay más políticos, ansiosos de un guía en tiempos de crisis. "Estamos viviendo una época de desafíos", aseguró Piccard en Madrid, donde acaba de presentar Solar Impulse, proyecto nacido en 2003 de su mano y de la de su compatriota, el ingeniero André Borschberg. Está especializado en el comportamiento humano en situaciones extremas que él mismo ha vivido. Un perfil adecuado para los tiempos actuales que sacuden al mundo y hacen tambalear a Europa.
"A los pioneros se les reconoce después. Antes de tener éxito son una amenaza", asegura con la experiencia de las aventuras de la inquieta familia Piccard. Atendiendo a cómo lo sigue su audiencia, él puede ser una excepción. No importa el récord por el récord, la aventura por la aventura. Detrás de las experiencias de su familia y de las suyas propias hay un mensaje: "Mejorar la calidad de vida". Piccard y su equipo de más de 70 personas han hecho real el sueño de que un avión vuele sin gasóleo. El avión tiene la envergadura de alas de un Airbus A340, es decir, más de 63 metros, pero sólo pesa 1.600 kilos, como cualquier vehículo familiar.