desafiando a las frescas temperaturas que reinaron ayer en Barakaldo, varias decenas de jóvenes se presentaron al casting que Movistar organizó en la explanada del BEC para acompañar a Shakira en el concierto de San Mamés. En total fueron 62 jóvenes, que trataron de colarse entre los diez finalistas que este sábado bailarán con la colombiana en su segunda actuación en Bizkaia en apenas seis meses. Pañuelos atados a la cintura, faldas largas, pantalones deportivos, calzado cómodo -algunas incluso descalzas-, y camisetas cortas fue el vestuario que eligieron los candidatos, que no podían ocultar sus nervios.

Según se iban inscribiendo, la organización les otorgaba un número que no debían perder si querían que el jurado -compuesto por Marbelys, Nito, Joel y Diana del programa Fama ¡A bailar!- les eligiesen.

Calentando motores para demostrar sus dotes como bailarinas estaban dos amigas, Rosa Romay y Marian Matilla, de Bilbao y Barakaldo, respectivamente. "Desde hace cuatro años estoy haciendo danza oriental. Espero que me sirva", comentaba esperanzada Marian mientras que Rosa acudió porque su amiga le había "liado".

Bajo la banda sonora de los temas más exitosos de Shakira, los participantes comenzaron a demostrar sus nociones de baile. En un solo grupo, divididos en dos, por parejas... múltiples posibilidades para conquistar al jurado. Como si estuvieran ascendiendo el Tourmalet, en la etapa reina del Tour de Francia, los noveles bailarines necesitaron de avituallamiento, que sus familiares les custodiaban celosamente. Joel les dio la oportunidad de retirarse del casting pero ninguno aceptó. Y llegó la primera criba. Separados en grupos de 30, ofrecieron sus dotes en el improvisado escenario. De ahí salieron los 10 finalistas. La otra semifinal decidió otros 10. Entre los que se quedaron a las puertas estuvo Naiara Pérez, de Barakaldo. "Mi intención era estar ahí", lamentaba la joven que tiene "desde marzo" las entradas y ya estuvo en el BEC. "Sigo a Shakira desde 1996".

un chico entre los finalistas La presencia masculina en el casting fue muy escasa. Apenas cuatro chavales se atrevieron a contonear sus caderas. Entre ellos estaba Alex Gutiérrez, que llegó desde Gasteiz de "propio" para probar fortuna en la selección. Con su amiga Nagore Fernández, que buscaba la "excusa" perfecta para "no ir a trabajar el sábado", buscaron su hueco, pero Nagore cayó en la primera criba mientras que Alex estuvo a punto de saborear las mieles del éxito. El joven, fiel seguidor, ya tenía sus entradas para acudir a San Mamés; las que ganó ayer serán para su madre. "Fue ella la que me motivó a venir", señaló. Tras más de una hora bailando Loca, Rabiosa o el Waka waka, llegó el momento álgido de la tarde: la elección de los diez finalistas que moverán sus caderas con Shakira. "El 31, el 8, el 37, el 57, el 10, el 24...", iban cantando los miembros del jurado. Hasta que llegó la confusión. "El 7". Al escuchar este número de la buena suerte, una chica que bailaba sin cesar gritó de alegría. Hasta que comprobaron su pegatina. Era el 17. Y continuó el bingo. "El 36, el 53 y el 18". En previsión de que alguno de ellos se encuentre indispuesto el sábado, la organización nombró a los suplentes. Hubo incluso quien se marchó con lágrimas en los ojos como Idiara Espinosa, de Bilbao. Antes de comenzar el casting aseguró que, aunque ya tenía "las entradas", le encantaba la cantante.

Si Idiara fue la cara de tristeza, la alegría la representó Ane Miren Barrero, de 14 años (la edad mínima para poder presentarse al casting). Esta joven eibarresa verá cumplido su sueño. "Estoy muy contenta", acertaba a decir ante la emoción del momento. Otra que no podía contener la emoción era Marilyn Guerrero, que vino desde La Rioja, para tratar de bailar con su admirada Shakira en La Catedral. "Me gusta mucho", reconoció. Este sábado, los diez avezados bailarines disfrutarán de unos minutos junto a su ídolo. Un Waka waka baile que permanecerá en su recuerdo. Pero todos tuvieron premio: dos entradas para rugir en San Mamés.