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Coitus interruptus en el cine X

El positivo de un actor en un análisis de sida siembra la alarma en la industria pornográfica de EE.UU. Dos de las grandes productoras paralizan los rodajes

Coitus interruptus en el cine XArchivo

La industria del cine porno no levanta cabeza. La gratuidad y el amateurismo en internet han dado un mazazo, quizá definitivo, a la rentabilidad de rodar películas profesionales, y ahora el sida vuelve a sembrar la alarma en un negocio que no hace tanto tiempo, antes del inicio de la crisis económica, movía en Estados Unidos alrededor de 6.000 millones de dólares. Ayer trascendió que dos de las grandes productoras estadounidenses de películas para adultos han decidido aplazar todos los rodajes debido a que un actor de este género ha dado positivo en un test para detectar el virus del sida.

Según informó el diario Los Angeles Times, las compañías Wicked Pictures y Vivid Entertainment, que están coordinadas con los servicios médicos que detectaron el positivo al virus VIH, indicaron que están procediendo a informar de lo sucedido a todos los actores que pudieron haber estado en contacto con el infectado.

El nombre del actor no se ha dado a conocer al igual que las películas en las que ha participado o su género, aunque se cree que es un hombre. Según el diario, es miembro de la Fundación de Servicios Médicos del Entretenimiento para Adultos (Aimhcf), una clínica que atiende a los actores de películas pornográficas. El centro sanitario está situado en el Valle de San Fernando, en California, la meca de la producción mundial de porno que se ha ganado el sobrenombre de The Porn Valley. Jennifer Miller, portavoz de la clínica, dijo al diario de Los Ángeles que se someterá a pruebas a todas las partenaires que el actor tuvo en sus últimas producciones.

el precedente de 2004 Esta no es la primera vez que la industria del cine para adultos se ha visto envuelta en un caso de VIH. En 2004, el pánico se apoderó de los actores dedicados a la pornografía después de que 14 personas fueran infectadas por el actor Darren James, con el que realizaron actos sexuales en la película que estaban filmando. Hace más de un año que no se detectaban casos positivos de contagio de VIH en la industria pornográfica de Estados Unidos. En aquel último caso, el contagio pudo producirse en la vida privada de la actriz en cuestión, según la Aimhcf.

La ley obliga a los actores que trabajan en este tipo de películas a dar negativo en las pruebas del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual durante 30 días previos al rodaje. La industria del cine porno tiene su particular tira y afloja con las autoridades de Los Ángeles, que se quejan de que los actores dedicados a este género no utilizan preservativos mientras trabajan. Por su parte, los productores de cine X sostienen que los espectadores no quieren películas de sexo con preservativo, así que la mayoría se ha relajado, tras los años de mayor incidencia del sida, y no impone esta básica medida de protección frente el contagio de enfermedades sexuales. Por el contrario, en las producciones de sexo gay, donde se tiene constancia que un alto porcentaje de los actores es portador del virus del sida, esta más aceptada la utilización del condón.

Se da la circunstancia de que Wicked Pictures, una de las dos productoras que han aplazado sus rodajes, es el único estudio de producciones heterosexuales que ha mantenido una política del uso de los preservativos.

Todavía está por comprobarse si este caso puede generar un estado de pánico en el sector como el ocurrido hace seis años tras el contagio de una docena de actrices que habían trabajado en una película con Darren James, portador del virus VIH. A las personas infectadas se les prohibió trabajar más en esta industria.

escaso uso del preservativo Tras conocerse la extensión del contagio, los productores de cine porno en Estados Unidos decidieron paralizar todos los rodajes durante un mes. Las autoridades de California también trataron de legislar y obligar a la utilización de preservativos en las escenas de sexo explícito. Según un estudio de 2007, sólo un 17% de los actores hacía uso del condón en las películas.

La industria, por su parte, defiende las medidas de autocontrol, dirigidas por la fundación Aimhcf, para garantizar un control exhaustivo de las pruebas. En el Estado español, los actores tampoco suelen usar preservativo en sus películas, aunque han de presentar análisis que demuestren que no padecen sida, enfermedades venéreas o hepatitis.