Entregan los restos de un miliciano identificado en una fosa de Amorebieta-Etxano
Jesús Arratibel combatió en un batallón de la CNT y murió en 1936 con 21 años
Natural de Zalduondo (Araba), donde residía, Jesús Arratibel Ruiz de Alegría era combatiente del batallón Malatesta, adscrito al sindicato anarquista CNT. Falleció el 5 de diciembre de 1936 a los 21 años en el Hospital Militar de Amorebieta-Etxano, en cuyo cementerio fue enterrado. Estaba soltero y no tenía hijos. Sus restos mortales han sido entregados a sus familiares en un acto en el cementerio de Alegria-Dulantzi, tras ser recuperados de una fosa del camposanto de Amorebieta-Etxano.
Hasta el momento son 149 –la cifra es provisional– los restos recuperados del lugar, seis de los cuales ya han sido identificados. En concreto, Jesús Arratibel fue el décimo cuerpo recuperado de la fosa número 6, en la campaña de exhumación realizada en julio de 2024. Sus restos se cotejaron con la muestra aportada en junio de 2024 por una sobrina materna de la víctima, tras lo que fue identificado y se procedió a su certificación genética. Este proceso se completa una vez Gogora contacta con la familia para tomar las muestras de ADN y el laboratorio Biomics de EHU realiza el estudio genético correspondiente.
En el acto de hoy han participado la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, el director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, Alberto Alonso, y el alcalde de Alegria-Dulantzi, Joseba Koldo Garitagoitia. Se trata de un nuevo resultado positivo del Programa de Búsqueda de Personas Desaparecidas durante la Guerra Civil que lleva a cabo Gogora con el objetivo de buscar, recuperar e identificar a los muertos en la guerra. En las diferentes etapas del proceso hasta llegar a la identificación participan Euskal Prospekzio Taldea, encargado de localizar los posibles enterramientos de víctimas de la guerra; la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que realiza la exhumación de los restos y el análisis forense; y el laboratorio Biomics, encargado del análisis y cotejo de las muestras de ADN.
Según ha recordado el Gobierno vasco en un comunicado, esta iniciativa contribuye a cicatrizar el sufrimiento de los familiares de las personas desaparecidas, identificándolas y devolviéndolas a sus familias. Añade que es un proceso que dignifica a la sociedad vasca, al otorgar a estas víctimas el lugar que merecen en la memoria colectiva de la sociedad actual.
Entrega de ADN
El caso de Jesús Arratibel Ruiz de Alegría demuestra además que hay personas enterradas en Amorebieta en un espacio de tiempo más amplio de lo que se pensaba y por tanto provenientes de otras muchas zonas del frente de guerra. De este modo, el cementerio acogía en diversas fosas a fallecidos en distintos frentes entre diciembre de 1936, como el propio miliciano adscrito a CNT, y mayo de 1937, así como a personas que murieron tras ser trasladadas heridas al hospital en ese lapso de tiempo.
Gogora reitera por ello su llamamiento a los familiares de los combatientes muertos y desaparecidos durante la guerra para que entreguen una muestra en el Banco de ADN con el fin de obtener nuevas identificaciones del centenar largo de restos. De los seis identificados hasta la fecha, Jacinto Polo Ríos también pertenecía al batallón Malatesta, y murió el día anterior que Arratibel, el 4 de diciembre de 1936 en Elosu, tras ser herido y trasladado al hospital de Amorebieta.