El PNV afea al rey español su silencio sobre el euskera y los capítulos negros de la transición
Felipe VI menciona los 50 años de democracia sin condenar la etapa franquista y propone unas “líneas rojas” genéricas
El pasado mes de noviembre, cuando el presidente de Alemania viajó hasta Gernika para reconocer la responsabilidad histórica de su país en el bombardeo perpetrado a las órdenes de Franco, a Felipe VI le llovieron las críticas desde los ámbitos abertzales por haber participado en el acto como un mero convidado de piedra, sin realizar declaraciones ni tener un gesto similar a pesar de que fue el propio dictador quien ungió a su padre Juan Carlos de Borbón como sucesor y rey español. Tras ese silencio, hubiera sido una ingenuidad esperar que Felipe VI rescatara este asunto por propia iniciativa en el tradicional discurso de Nochebuena para aplacar el descontento que había provocado su actitud en suelo vasco. Más bien al contrario, el monarca español ha vuelto a encontrarse con el reproche del PNV, y también de Podemos Euskadi, por haber ensalzado la transición sin mencionar sus episodios más oscuros, el candado sobre los secretos oficiales o por haber omitido que Franco nombró sucesor a su padre. El PNV le añadió un reproche por su silencio sobre los ataques que ha recibido el euskera. EH Bildu escenificó su rechazo de otra forma, anunciando antes del discurso que no iba a valorar el mensaje “del heredero del legado franquista y reaccionario”. De esa forma escenifica una suerte de boicot a la monarquía (aunque no siempre ocurrió así y llegó a participar dos veces en la ronda de contactos de la Casa Real previa a la investidura del presidente español).
Del discurso de Felipe VI se comentó hasta la saciedad cómo ha cambiado la escenografía, que el monarca compareció de pie en el Palacio Real y que el discurso se grabó en un plano secuencia. Pero el contenido fue conservador porque siguió las fórmulas habituales. Recordó los 40 años que han pasado desde la entrada del Estado español en Europa, los 50 años del inicio de la transición... y no se detuvo en el franquismo ni lo condenó aunque fue la etapa inmediatamente anterior. Además, su padre, Juan Carlos de Borbón, cobijado en Abu Dabi desde que salieron a la luz los escándalos sobre su figura, ha escrito unas memorias en las que reivindica la “ternura” de Franco y su “inteligencia”. Pero el actual monarca no aprovechó su discurso para desmarcarse de ese testimonio. Ahora bien, también es cierto que evita mencionar a su padre y no lo proclama como artífice de la transición, algo que sí se atribuye Juan Carlos I.
Felipe VI se centró en poner en valor la democracia y la etapa de “convivencia” para, eso sí, lanzar un aviso a navegantes ante la “inquietante crisis de confianza” que se está registrando en todo el mundo y que ha provocado el auge de los extremismos, radicalismos y populismos. Si acaso, se puede interpretar como una alusión subliminal al franquismo su sutil referencia a que “nosotros ya hemos estado ahí”, en esa etapa de la historia que tuvo “consecuencias funestas”. Por ello, propuso unas “líneas rojas” que “no debemos cruzar”. Pidió diálogo, “respeto en el lenguaje y escucha de las opiniones ajenas”, “especial ejemplaridad” y poner en el centro a las personas vulnerables. El cierre lo volvió a realizar deseando una feliz navidad en todos los idiomas oficiales. Ese “eguberri on” fue la única mención en euskera y a la lengua vasca en todo su discurso.
Alemania reconoce su “responsabilidad histórica” en Gernika ante el silencio del rey
El PNV exige la verdad
Por ello, la portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, le reprochó al monarca dos grandes silencios: que se centrara en hablar de la transición sin mencionar sus “claroscuros” y sin mencionar los ataques que ha sufrido en los últimos tiempos el euskera. El Tribunal Constitucional tiene entre manos una consulta que le ha elevado el Tribunal Superior vasco sobre el sistema de los perfiles lingüísticos en la administración pública pero, además, una representante política como la presidenta de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso, plantó al lehendakari en una conferencia de presidentes por pronunciarse en la lengua vasca aunque la Constitución que defiende Felipe VI protege la diversidad lingüística.
“No voy a hablar sobre lo que dijo, sino de las ausencias. Dijo que han pasado 50 años desde que murió Franco. Franco murió en la cama después de nombrar a su padre jefe de Estado, y todavía hay claroscuros y muchos oscuros que quedan por conocer. Desde el PNV hemos pedido que se desclasifiquen los secretos y una nueva Ley de Secretos Oficiales. Para que una democracia tenga un pilar fuerte, tan importante como respetar las instituciones es la verdad para que estos hechos no se vuelvan a repetir”, avisó Vaquero.
Cuando los medios de comunicación le preguntaron si estaba pidiendo que se arroje luz sobre la forma en que se produjo el traspaso de poderes de Franco a Juan Carlos I, Vaquero respondió que se refería a “todo”, y citó varios episodios oscuros de la transición e inicios de la democracia como la muerte de Mikel Zabalza tras su detención en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, el atentado en el bar Aldana, la masacre en una asamblea de trabajadores el 3 de marzo de 1976 en Gasteiz, el intento de golpe de Estado del 23-F... Son “un montón de hechos” que se están “ocultando”. Por otro lado, como ocurre todos los años, el PNV recriminó al rey que no tuviera “ningún reconocimiento para la nación vasca ni catalana”. “Sobre todo, hubiéramos deseado que se dijera algo sobre los ataques al euskera, que este año ha sufrido ataques muy graves”, recordó.
Podemos critica, el PP aplaude
Desde Podemos Euskadi, la secretaria de Organización, Leticia Jiménez, deseó que este sea el último discurso de “un jefe de una institución antidemocrática y antiigualitaria, heredera del franquismo, que vive a costa de la clase trabajadora sin responder ni ante la justicia ni ante Hacienda”. Le recriminó que hablara de los problemas y del coste de la vida desde su situación “privilegiada” sin exigir nada a los responsables, y que no citara el genocidio en Gaza, los incendios del verano, la corrupción o los casos de acoso sexual. Le afeó también que citara el 50 aniversario de la monarquía, “pero como heredero de la dictadura se resistió a mencionarla”. El aplauso vino por parte de la secretaria general del PP de la CAV, Esther Martínez, quien vio “una lección magnífica para cualquier demócrata”. “No queremos ningún tipo de muro y tenemos un marco magnífico que nos garantiza todo esto, la Constitución y Europa”, dijo.
Temas
Más en Política
-
EH Bildu: "Las vascas y los vascos no tenemos rey"
-
El PNV critica que Felipe VI no ha hecho "ningún reconocimiento a la nación vasca ni a la nación catalana"
-
Felipe VI reivindica la convivencia democrática pero elude condenar el franquismo
-
Albiol da por resuelto el conflicto por el desalojo, que la oposición le acusa de provocar