En el marco del Día Internacional de las Víctimas de la Tortura, que se celebra el próximo 26 de junio, el observatorio de derechos humanos GEBehatokia ha hecho públicas dos nuevas acciones dirigidas a la reparación de la memoria de Txomin Letamendi Murua, militante del EAJ-PNV fallecido en 1950 tras sufrir torturas bajo el régimen franquista.

Letamendi fue detenido, torturado y condenado por un consejo de guerra. Murió en prisión como consecuencia del deterioro físico y psíquico derivado de los malos tratos recibidos. Su caso, según GEBehatokia, es "paradigmático del fenómeno de la tortura de Estado y de la impunidad que la ha rodeado durante décadas".

Una grieta en el muro de impunidad

En diciembre de 2024, su familia presentó una querella judicial contra dos policías franquistas. El Juzgado de Instrucción nº 5 de Donostia la admitió a trámite, pero acabó archivándola al constatar la muerte de los investigados.

Aun así, desde GEBehatokia se subraya que "por primera vez no se recurrió a la Ley de Amnistía de 1977 para bloquear la investigación", lo que supone "una grieta en el muro del negacionismo judicial".

Sin reconocimiento oficial tras 75 años

Letamendi sigue sin ningún reconocimiento oficial. Por ello, su familia ha solicitado al Gobierno Vasco un reconocimiento institucional en aplicación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi.

Además, ha iniciado un procedimiento de jurisdicción voluntaria para que un juzgado certifique los hechos, dado que "nadie pone en duda" la tortura y posterior fallecimiento.

Un caso pionero en Euskal Herria

"Este es el primer caso en Euskal Herria que recurre a esta vía", afirma GEBehatokia, que considera que podría abrir camino a otras víctimas del franquismo aún silenciadas por la falta de respuesta judicial e institucional.

"El 20 de diciembre se cumplirán 75 años de su muerte", recuerda la familia, que espera cerrar "este largo capítulo de dolor" con el reconocimiento que Txomin Letamendi "merece por derecho y por memoria".