A tres días de las elecciones europeas -con la búsqueda de Euskadi de su hueco propio en base a su desarrollo competencial-, el Gobierno de Pedro Sánchez, a través de su delegada del Gobierno en Euskadi pone en entredicho el desarrollo de una competencia en exclusiva de la CAV como es la del tráfico en el operativo del lunes en la frontera de Irun. Se añade la circunstancia que hoy insiste Marisol Garmendia en que no se contó con la Guardia Civil ni la Policía Nacional para el desarrollo del mismo.

Desliza así la representante del ejecutivo español que la presencia de agentes de ambas fuerzas de seguridad del Estado habría contribuido a evitar el atasco y pone en entredicho la suficiencia de la Ertzaintza en la situación vivida. Segundo toque a un pilar del autogobierno vasco.

Marisol Garmendia reconocía esta mañana que el control del tráfico está residenciado en el Gobierno vasco, si bien, a la vez, lamentaba que ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil fueron invitadas a la "reunión bilateral" que celebraron la Ertzaintza y la Gendarmeria francesa sobre el dispositivo para regular el tráfico durante el corte de la frontera mediante tractoradas.

"Lo conocían perfectamente"

El dispositivo desplegado por la Ertzaintza ya fue ayer objeto de críticas por parte de Garmendia, que consideró que detrás del "caos" vivido en las carreteras guipuzcoanas estuvo la falta de previsión del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, al que instó a revisar los protocolos.

El viceconsejero de Seguridad, Rodrigo Gartzia, que hizo una valoración "positiva" del dispositivo, le respondió que la Policía Nacional y la Guardia Civil "conocían perfectamente" el operativo porque están presentes junto con la Erzaintza y la Gendarmeria en el Centro de Coordinación Policial y Aduanera de Hendaya.

Este jueves, informa Efe, la delegada del Gobierno ha asegurado que en este centro no se abordó este tema porque no tiene competencias de tráfico y ha lamentado que "en ningún momento se convocó" a la Policía y a la Guardia Civil a la "reunión bilateral" que mantuvieron la Ertzaintza y la Gandarmeria para analizar el dispositivo.

Ha precisado además que cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de esta cita, el jefe de la Guardia Civil en Euskadi, José Antonio Mingorance, telefoneó al jefe de la Ertzaintza, Josu Bujanda, para interesarse por el operativo, y ha recalcado que la competencia exclusiva de tráfico la tiene el Gobierno Vasco, al que por tanto le correspondía diseñar el dispositivo. Por tanto, los máximos exponentes de ambas fuerzas de seguridad sí estaban al tanto del desarrollo del mismo.

Afirmar que este funcionó de manera correcta, ha añadido Garmendia, "no se ajusta a lo que pasó ni al principio de realidad" porque en Gipuzkoa hubo "un atasco monumental, fue un caos", algo que no ocurrió en Francia donde las carreteras estaban "despejadas".

"Es evidente que hubo una falta de previsión" por parte del Gobierno Vasco, a quien Garmendia le ha pedido que "asuma su responsabilidad y no pase la pelota al tejado del de enfrente" para que una situación así "no se repita".