Siguen las reacciones del colapso vivido en la muga por el atasco de vehículos tras el cierre del paso de camiones por la protesta de agricultores de Araba y Gipuzkoa. De manera inusual y sorprendente, la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, ha arremetido contra el Gobierno vasco por el "caos absoluto" que se vivió este pasado martes en las carreteras vascas próximas a la frontera de Francia por Biriatou y ha advertido, en referencia al Ejecutivo de Lakua, que "quien tiene la competencia" sobre la regulación del tráfico en Euskadi "debía haber previsto" lo ocurrido y "no puede quedarse de brazos cruzados" ante una situación como esta.

Un cuestionamiento sobre una competencia residenciada en la CAV que se desliza en un terreno frágil dado que pone en cuestión la gestión del autogobierno vasco y sus competencias por parte del Gobierno vasco del que también forma parte el PSE (partido al que pertenece Garmendia) con el PNV.

Con la guardia civil

Garmendia, que ha presentado en Vitoria-Gasteiz una jornada de puertas abiertas de la Guardia Civil, se ha referido, informa Europa Press, en respuesta a la pregunta de un periodista, a los problemas de circulación que se registraron en las carreteras guipuzcoanas por las protestas de agricultores y ganaderos en el paso fronterizo de Biriatou.

La delegada del Gobierno ha denunciado que lo ocurrido este pasado martes "en el lado español" de la frontera "fue de un caos absoluto". "En el lado francés, no hubo ningún caos; ahí lo dejo", ha añadido, tras lo que ha recordado que en Euskadi "la Guardia Civil y la Administración del Estado no tienen competencia en la regulación del tráfico".

Garmendia ha indicado que "se debía de haber previsto que iba a ocurrir un colapso importante", y ha advertido de que "lo que se vivió ayer en Gipuzkoa no se puede volver a repetir, porque las repercusiones económicas de ese colapso son de pérdidas económicas muy importantes; no sólo en el sector del transporte, sino en muchísimos sectores que se vieron afectados porque la circulación se interrumpió y se cerró prácticamente la frontera".

La delegada del Gobierno ha comparado los problemas que se registraron en las carreteras guipuzcoanas con la situación que se vivió en el lado francés de la frontera, donde "no hubo ningún problema" porque las autoridades del país vecino "previeron" lo que podía ocurrir "y actuaron en consecuencia".   

Revisar protocolos

"En el lado español no ocurrió lo mismo; y ustedes lo han dicho y se ha visto: fue un caos total, nunca se había producido esta situación y yo creo que hay que revisar los protocolos", ha insistido.

Por ese motivo, y en referencia al Gobierno vasco, ha indicado que "a quien corresponde y tiene la competencia no puede quedarse de brazos cruzados ante una situación como la que se vivió ayer".

"Tomamos medidas"

Unas duras afirmaciones que contrastan con la parte vasca, donde el viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Rodrigo Gartzia, ha hecho una valoración "positiva" de la gestión del tráfico de este pasado martes.

"Tomamos medidas porque las protestas podrían generar problemas en la circulación. Hubo dificultades para los transportistas, pero la valoración es positiva, ya que no ha habido incidentes en cuanto a la seguridad vial ni urbana", ha señalado Gartzia en declaraciones a Euskadi Irratia.

En este sentido, ha destacado la necesidad de "garantizar los derechos de unos y otros" en estos casos. Por ello, ha añadido que es "comprensible" el enfado de los transportistas, que han perdido dinero por cada hora que han pasado parados.

Las retenciones se originaron en territorio guipuzcoano en sentido Francia, no así en sentido contrario, puesto que los gendarmes permitieron el paso de algunos camiones. "Los campesinos franceses aceptaron sacar los camiones de forma intermitente, algo que no ocurrió en el nuestro. Esto ha influido en los atascos generados tanto a uno como a otro lado de la frontera ", ha explicado Gartzia.

Según el viceconsejero de Seguridad, se dieron una serie de recomendaciones para evitar posibles problemas en la circulación. En este sentido, ha señalado que quienes protestan "tienen sus derechos" y ha agradecido el trabajo realizado tanto por la Ertzaintza como por la Policía Local, ya que "no pasó nada".

En la A-15, la AP-1 y la AP-8 se formaron retenciones de hasta 40 kilómetros en los momentos más complicados. A medida que avanzaba la tarde, la situación se fue atenuando y sobre las 21.45 horas, aproximadamente, las carreteras volvieron a la normalidad.