Superada la pantalla de la investidura en Madrid, que ha resultado más dificultosa de lo que se esperaba y ha requerido de todo un máster en jugabilidad, es el momento de pensar en el trabajo a realizar en el periodo de cuatro años que se abre por delante con el fin de ganar la partida, lo que en el caso de Euskadi se traduciría en culminar el Estatuto de Gernika. El lehendakari lo avanzó el viernes cuando aseguró que la ley de amnistía abre la puerta al reconocimiento de la plurinacionalidad, la normalización de la relación bilateral con el Estado y el establecimiento de nuevos cauces de expresión a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía.

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, recogió ayer el guante y ahondó en esta idea al reclamar un “nuevo autogobierno para una nueva época” que reconozca la realidad nacional vasca y que cuente con “un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad”. Se pronunció en estos términos en la presentación en Bilbao de Euskadi Think Next, un laboratorio de pensamiento político desarrollado desde Sabino Arana Fundazioa que profundiza en las preocupaciones expuestas en los grupos de trabajo de Entzunez Eraiki, proceso de escucha activa desarrollado por el partido el año pasado.

En las alturas del Espacio Etxekobe en el Monte Kobeta, Ortuzar se refirió a Euskadi Think Next afirmando que “si habría que resumirlo en una frase diría que es traer a Euskadi a la ciudadanía vasca el futuro más feliz posible, un futuro de bienestar”. Apostó por impulsar desde todas las instituciones políticas la garantía del progreso social y atender a todo los ciudadanos, y consideró también necesario “crear una relación de cercanía entre la administración y la ciudadanía, que haga una sociedad mejor, más comunitaria y menos individualista, más solidaria, más abierta”, enfatizó.

Entre los desafíos a encarar citó el cambio climático, la igualdad entre hombres y mujeres, la digitalización, la emancipación de los jóvenes o la inmigración, y aseguró que se trata de “retos que van a más allá de una legislatura y la acción de uno u otro gobierno”. Los mismos requieren, por tanto, “un nuevo contrato social en el que se ponga a las personas en el centro y que consolide servicios públicos de máxima calidad”. También “un sistema sociosanitario moderno y adaptado a las necesidades de una sociedad cada vez más longeva que requiere un nuevo modelo de cuidados público y comunitario”, aseveró.

Para ello, advirtió que también es preciso “tener riqueza, recursos e ingresos suficientes para mantener esos servicios públicos de calidad y un nivel de vida lo más equilibrado posible”. “Ello nos lleva a hablar de la necesidad de tener una economía fuerte y abierta, unas empresas competitivas y bien tecnologizadas; también unos salarios justos y empleos de calidad”, defendió.

Realidad nacional

En este contexto, subrayó que el PNV “siempre ha unido bienestar a autogobierno” ya que “a mayor autogobierno, mayor bienestar”. “Las últimas cuatro décadas así lo demuestran. Es un debate falso el que sitúa la agenda social por delante de la agenda del autogobierno: la mejor manera de atender bien la agenda social es tener un autogobierno fuerte”, defendió.

Andoni Ortuzar consideró que también el autogobierno debe “adaptarse a los nuevos tiempos y demandas sociales”, mirando también hacia dentro y superar “ese gap que parece haber entre administración y ciudadanía”. “Un nuevo autogobierno para una nueva época. Necesitamos el reconocimiento de nuestra realidad nacional, más derechos políticos y sociales y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad, que nos permitan afrontar todos esos retos que he mencionado en los próximos 20-25 años. Que nos permita una construcción de una nación vasca avanzada, dueña de sí misma, abierta e inclusiva y euskaldun, donde el euskera no solo se conozca sino que se use”, defendió el líder jeltzale.

Para afrontar el proceso de profundización del autogobierno y de construcción nacional, Ortuzar destacó la necesidad de que exista “calidad democrática”. Abogó por ello por lograr “una democracia fuerte, consolidada. No corren buenos tiempos para la democracia, ni en el orden mundial ni tampoco en espacios más cercanos. Qué os voy a contar y que no hayáis visto a escasos 400 kilómetros...”, dijo, en referencia a las protestas de las últimas dos semanas en Madrid. Concluyó que “apostamos por más democracia, por más cultura democrática, por más democracia participativa. Porque también más democracia significa más bienestar”.

El viernes en el pleno de control al Gobierno del Parlamento Vasco, Iñigo Urkullu destacó que la ley de amnistía registrada en el Congreso, que ha posibilitado la investidura de Pedro Sánchez, es la prueba palpable de que “lo que no está prohibido es posible”, lo que abre la puerta a afrontar el debate territorial con garantías. En esta idea incidió ayer el parlamentario del PNV Aitor Urrutia, que calificó como “una gran noticia” la posibilidad de que, 44 años después de su aprobación, se culmine el Estatuto de Gernika y se materialice el traspaso de las competencias pendientes.

En Radio Euskadi, valoró que ello daría paso a que pueda “normalizarse toda la estructura normativa en Euskadi”, aunque recordó que “dependerá siempre de la voluntad del Gobierno español y de que cumpla definitivamente lo que ha incumplido” en el pasado. También puso en valor que se haya acordado con el PSOE “negociar el reconocimiento nacional de Euskadi, lo que no solo culminaría el proceso estatutario sino que se conforme un nuevo autogobierno del siglo XXI”.

Tras destacar que la ley de amnistía es una ocasión para volver al “punto cero” por la vía del diálogo y el acuerdo en Catalunya, Urrutia citó al lehendakari y aseguró que “uno de los principios más interesantes” que recoge la proposición de ley es el hecho de que “lo que no está prohibido es posible”, lo que abre “mayores cauces para afrontar el problema territorial”. “Si encontramos la vía para llegar a cauces de plurinacionalidad y al reconocimiento de la realidad nacional de Euskadi habremos dado pasos importantes para cerrar los problemas que arrastramos desde hace muchos años, incluso algún siglo que otro”, argumentó.

Melón territorial

A la legislatura que se inicia en el Estado español se refirió también el parlamentario de EH Bildu Mikel Otero, que llamó a aprovechar la existencia de “un bloque plurinacional de investidura” para “abrir con toda la serenidad, con toda la responsabilidad, pero también con toda la ambición el melón de la cuestión territorial y las aspiraciones nacionales”. Así, dijo confiar en que este puede ser “un momento histórico para lograr avances importantes para las aspiraciones de nuestro país”.

Afirmó que, “desde el minuto uno”, EH Bildu apostó por “despejar dudas” para que “el bloque reaccionario no accediera al gobierno”, lo que explica que ofrecieran su apoyo a Pedro Sánchez sin pedir nada a cambio y sin que mediara negociación de ningún tipo. Aseguró que la legislatura “va a ser larga” y tendrán “tiempo todos de ejercer influencia en cada negociación, en cada ley, en cada presupuesto, para arrancar conquistas sociales, inversiones o políticas concretas que favorezcan a este país y a las mayorías sociales”. Añadió que su partido no tiene “ansiedad ni ninguna necesidad de vender logros por anticipado” ni de “estar ocultando pactos secretos que hablen de otras cosas”.

A las palabras del lehendakari se refirió por su parte el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, que advirtió de que la ley de amnistía “da pie” a Urkullu para plantear “una nueva fractura”. Durante la protesta contra la amnistía celebrada en Madrid, insistió en que esta medida de gracia supone “una impunidad y una ruptura de la igualdad y particularmente de la justicia del conjunto de los españoles”, además de “una fractura de la Constitución”.

Presupuestos de 2024

Falta de voluntad para negociar

Choque Gobierno vasco-oposición. Los grupos del Parlamento Vasco tuvieron ayer oportunidad de confrontar sus diferencias respecto a los Presupuestos de la CAV para 2024, y así mientras PNV y PSE acusaron en Radio Euskadi a los partidos de la oposición de no tener voluntad de alcanzar un acuerdo, estos denunciaron que el Gobierno vasco no tenía intención de negociar las cuentas. Pese a ello, los dos partidos que sustentan el Ejecutivo se mostraron abiertos a analizar las enmiendas parciales de estas formaciones. El parlamentario jeltzale Aitor Urrutia calificó las propuestas de la oposición de “ejercicio fraudulento de lo que es una voluntad de negociación”.