Tras una primera declaración de la ministra María Jesús Montero, a la que el PNV no dio mayor importancia porque fue malinterpretada por algunos medios de comunicación, los jeltzales sí han querido salir al paso de las informaciones que de manera constante enfrían la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social a Euskadi. Se está cuestionando si el compromiso de cerrar ese traspaso en dos años será papel mojado, ya sea por el comunicado de los funcionarios españoles del sector, o bien por las reticencias ya conocidas del ministro en funciones José Luis Escrivá, el ministro más polémico en las relaciones con el PNV y con otros sectores. Si Andoni Ortuzar ya avisó en la entrevista concedida a este periódico de que, si el Gobierno español no cumple, la implicación del PNV correrá “un peligro total e improrrogable”, el presidente del EBB ha insistido este martes en el mensaje en Antena 3: “Entiendo que, con la presión mediática y de la derecha, algunos ministros están preocupados por la imagen que se pueda proyectar, pero tienen que ser valientes y asumir los compromisos porque, si ellos no asumen los compromisos, nosotros tampoco vamos a asumir los nuestros. Este Gobierno tendrá una vida dura y corta si no hay cumplimiento de los acuerdos”.

Ante el riesgo de que la bola de nieve crezca y se genere en el PSOE un estado de opinión que relegue el compromiso con la Seguridad Social a un segundo plano o a una mera mención decorativa en el pacto, el PNV comienza a lanzar mensajes de advertencia desde la posición de fortaleza que tiene en el Congreso. A diferencia de la anterior legislatura, sus cinco escaños son imprescindibles, y su voto en contra provocaría la caída de cualquier ley o iniciativa. Cuando se le preguntó por las dudas de Escrivá y se le dijo que este ministro no ve posible el traspaso, fue categórico y recordó que el Estatuto de Gernika es ley y forma parte, de hecho, del bloque de constitucionalidad. “Me parece muy bien que el ministro tenga esa opinión, pero lo que está diciendo es que no se puede cumplir el Estatuto, el bloque de constitucionalidad”, denunció, para añadir que la posibilidad de acordar convenios para gestionar esta materia aparece en la disposición transitoria quinta. De hecho, esta disposición se utilizó por primera vez para el traspaso del Ingreso Mínimo Vital a la comunidad autónoma vasca, otra transferencia que Escrivá mantuvo varada durante meses.

Traspaso difícil, pero legal

El PNV, como ha hecho este martes Ortuzar, admite que este traspaso es complicado. En ese sentido, no planteó durante sus negociaciones que formara parte del bloque de traspasos urgentes que hay que cerrar en tres meses porque no hubiera sido realista. Pero exige que se cumpla. “No vamos a renunciar”, advirtió Ortuzar, para recordar después que esta materia ya estaba en la lista de traspasos que aprobó el propio Consejo de Ministros en la anterior legislatura.

Empleando el mismo lenguaje y dando la sensación de que hay un mensaje coordinado en el PNV, el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, coincidió en Onda Vasca en que “nunca” van a renunciar a este traspaso, que está en el Estatuto votado por los vascos. Añadió que varias comunidades copiaron ese artículo en sus estatutos.