“La música de la partitura no suena mal”, escribe Koldo Mediavilla sobre el acuerdo de gobierno anunciado esta semana entre PSOE y Sumar en el artículo semanal que publica en los diarios del Grupo Noticias. Destaca también las buenas intenciones que contiene el pacto, pero ahí se acaban los elogios. Inmediatamente después, dice que lo que ha trascendido “le chirría”. Y añade el principal de los motivos de la disonancia que percibe en lo anunciado: “Chirría, no porque la filosofía general de lo pretendido contraste, sino porque el diagnóstico de las medidas planteadas, su base de actuación y su carácter uniformador no tienen en cuenta ni la realidad autonómica o territorial ni las capacidades de autogobierno en manos de las autonomías”.

Advertencia

Para el burukide, en las 39 páginas del documento que presentaron el pasado martes Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se plantea “una acción de gobierno al margen de las comunidades autónomas. Como si las autonomías no llevaran a cabo políticas de responsabilidad propia”. Y ahí es donde llega la primera advertencia. Según Mediavilla, PSOE y Sumar han cometido “un error de bulto que lejos de atraer a los nacionalistas les espanta y aleja del necesitado apoyo”.

Se refiere a la evidencia de que el aspirante a la investidura todavía no cuenta con los votos necesarios. Y, de hecho, esos apoyos que intenta granjearse son de formaciones que tienen un abierto carácter soberanista y que no pueden transigir con planteamientos que en la práctica van a suponer la invasión de competencias propias.

A modo de ejemplos de tales invasiones, el responsable institucional del EBB cita los anuncios sobre dependencia, la insistencia en políticas de vivienda, o el anuncio de reducir las listas de espera, que le merece este comentario sarcástico: “Resulta loable pretender reducir las listas de espera en la Sanidad pero se aceptará igualmente que el Gobierno del Estado no dispone de ninguna cama hospitalaria porque esa materia es competencia de las comunidades autónomas”.

El resumen es que, a día de hoy, el PNV no ha entregado sus votos y, si Sánchez los quiere, debe estar dispuesto a aceptar las condiciones jeltzales: “Si los votos catalanes son determinantes, igualmente importantes serán los compromisos que el PSOE firme con el PNV. Y ahí –ya lo han dicho repetidamente los jeltzales– la voluntad para asumir el reconocimiento nacional de Euskadi y el diálogo de cara a actualizar un autogobierno bajo el principio de ‘no impedir, no imponer’ serán fundamentales para dirigir hacia el ‘sí’ a los cinco votos del Grupo Parlamentario Vasco”.

Con todo, Mediavilla quiere lanzar un mensaje optimista: “El acuerdo de acuerdos es posible. Confiemos en el respeto de las partes y en la voluntad para que las conversaciones lleguen a buen puerto”.