El colectivo de apoyo a los presos, Sare, reunió ayer en Donostia a millar y medio de personas para reivindicar el regreso “a casa” de los reclusos de ETA. Tras una pancarta bajo el lema Etxera bidea gertu –El camino a casa cerca–, la red aprovechó que la capital donostiarra estaba de fiestas durante su Aste Nagusia para volver a reclamar que se ponga fin “a las medidas de excepción” que sufren los encarcelados, más si cabe a la vista de que la organización armada puso fin a sus actibidad hace ya más de diez años.

Las principales calles donostiarras –desde el Boulevard hasta alcanzar el puerto, donde el colectivo Donostiako Piratak celebra su Aste Nagusia alternativa– se convirtieron en espacio para que los manifestantes convocados por Sare corearon consignas en favor de los presos y desplegaron varias pancartas con cada una de las reivindicaciones concretas que defienden en relación con la situación de los reclusos. En concreto, los asistentes protestaron contra las “medidas de excepción” que a su juicio se les aplica a los encarcelados de ETA, contra la regresión de grados penitenciarios por parte de los tribunales de justicia, en favor del regreso de los huidos y deportados y de la excarcelación de los reclusos enfermos y de las mujeres que cumplen condena por su relación con la organización armada.

De hecho, esta pasada semana Sare dio datos referentes a la situación abierta en las cárceles. Y entre las cifras dadas, destacaron que la Fiscalía española recurre el 75% de las progresiones concedidas a los presos por parte del Gobierno vasco, lo que supone un “control judicial con puente de mando” por parte de la Audiencia Nacional, que a juicio del colectivo debe de concluir cuanto antes.