Coalición Canaria pide que el PNV presida el Congreso para crear un clima de diálogo

Sustentada su argumentación en la relación estrecha entre ambas formaciones, Clavijo desgranaba en La Vanguardia que “el PNV siempre ha sido un referente”. Y añade: “Es verdad, estamos hablando de realidades muy diversas, de economías muy distintas, puesto que la vasca se basa en la industria y la canaria en el turismo. Pero compartimos ideas y puntos de vista. Hablamos a menudo y nos coordinamos. Euskadi y Canarias tienen la misma superficie y casi la misma población, si sumamos todas las islas. Empieza una legislatura de geometría compleja, y en esa geometría, Coalición Canaria y el PNV van a colaborar. Y es que a juicio de Clavijo, la política del Estado necesita crear “un clima de entendimiento que facilite el diálogo y los grandes acuerdos”, tarea para la que cree que la formación jeltzale imprimiría el debido sello, admitiendo contactos en este sentido entre ambos partidos. No en vano, el eje PNV-Coalición Canaria sumaría seis diputados, tan fundamentales como los siete de Esquerra Republicana o los siete de Junts.

El también secretario de CC se une así a las voces que emplazan a un reconocimiento de la pluralidad del Estado, solo que su marca canaria cuenta con una salvedad en este trayecto. Que en el archipiélago gobierna gracias a un pacto con el PP, lo cual, según Clavijo, tampoco le invalida para negociar con Pedro Sánchez. “Nuestra relación con Alberto Núñez Feijóo es excelente. Le conozco bien. Vox, partido muy centralista, parece que ha dado un paso atrás. Esa era una de nuestras condiciones. La otra es negociar la agenda canaria. Pero esperemos a que el Jefe del Estado efectúe la ronda de consultas. Nuestra relación con Pedro Sánchez también es buena. Y las exigencias son las mismas”, valora, rechazando los extremismos sin intención de emparejar a la ultradrecha y a Sumar, formación esta de Yolanda Díaz que “no sabemos muy bien qué es”. Si la intención de CC fuera recrear esta atmósfera dialéctica para atraer al PNV a una investidura de Feijóo, desde Sabin Etxea han sido meridianamente claros hasta en dos ocasiones: este PP no es una opción, con o sin Vox.

Con todo, se antoja complejo que el Congreso lo presida alguien que no pertenezca a las siglas del PSOE. Es más, en las quinielas madrileñas ha aparecido incluso el nombre del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para sustituir a Meritxell Batet, que deja el cargo, entre otras cosas, por las reticencias que provoca en Sumar y en el independentismo. ERC ya ha dado por hecho que la persona encargada de llevar la dirección de la Cámara baja será socialista, a cambio de que los republicanos cuenten con grupo propio –cosa que también demanda Junts– y de que se prime la agenda catalana, además de gozar de la presidencia de las comisiones, que es donde, como popularmente se dice, se corta el bacalao. Basta echar la vista atrás en los momentos en que el jeltzale Joseba Agirretxea ha presidido la comisión de Agricultura; Xabier Albistur, la de Industria; Ricardo Gatzagaetxeberria, la de Agricultura y Pesca del Senado; Iñaki Anasagasti, la de Asuntos Iberoamericanos, e Investigación y Desarrollo; o cuando Emilio Olabarria estuvo al frente de la comisión del Pacto de Toledo.