Uxue Barkos Berruezo (Iruñea, 1964), líder de Geroa Bai y expresidenta del Gobierno foral, se perfila como próxima senadora autonómica por Nafarroa en la próxima legislatura. Así se decidió en el seno de la coalición una vez cerrado ya el acuerdo programático con el Partido Socialista y Contigo-Zurekin. De esta forma, Barkos, dejará el Parlamento, donde alcanzó la presidencia del Gobierno en 2015, y contribuyó destacadamente a conformar un Ejecutivo de coalición en 2019, que este verano de 2023 se ha visto reeditado, no sin dificultades.

Así pues, todo apunta a que la líder de Geroa Bai, que en septiembre o principios de octubre someterá su candidatura a la aritmética del Parlamento, volverá a las Cortes en Madrid, y tendrá acta en el Senado. En el Congreso fue diputada durante tres legislaturas (2004-2015). La portavoz transmite “orgullo y una enorme ilusión” por la decisión tomada en el seno de Geroa Bai y promete volver a “llevar la voz de la Navarra plural”, ahora como representante territorial en la Cámara Alta, lo que considera “un verdadero honor”. Cree que “es el momento oportuno”, tras el “magnífico trabajo que ha hecho Koldo Martínez”, su predecesor, ahora en Iruñea, “para resituar” su papel después de esta última legislatura en el Parlamento, y “dar un nuevo impulso en el discurso y representación de la Navarra plural y progresista en Madrid”. Será Pablo Azcona el que recogerá su testigo como portavoz en la Cámara foral. Su previsible vacante dentro del grupo parlamentario la cubrirá Isabel Aranburu.

La trayectoria de Barkos suma casi dos decenios de hitos políticos. Llegó a la política en 2004, como candidata para las primeras elecciones que ganó Zapatero, que supusieron un giro político en el Estado. Barkos, que venía del periodismo, encabezó la lista al Congreso de una nueva coalición que daría mucho que hablar en los siguientes años, Nafarroa Bai, y logró acta de diputada. Su fuerza comunicativa, su capacidad de trabajo y brillantez hicieron que no pasase precisamente inadvertida en aquella legislatura. Repitió en 2008 en el Congreso, en una labor que comenzó a compaginar con la de concejala en el Ayuntamiento de Iruñea. El agostazo le privó de haberse convertido en alcaldesa de la ciudad. Ese sinsabor no descascarilló su empuje, sino todo lo contrario. Tras esa legislatura, repitió en 2011 al frente de una lista que obtuvo 5 escaños en unas elecciones muy difíciles para ella, aquejada de un cáncer de mama, en los momentos más duros de su tratamiento.

La reconstrucción

Tras la ruptura en los siguientes meses de Nafarroa Bai, tuvo los arrestos de impulsar Geroa Bai, que lejos de aspirar a quedarse un trozo de la extinta coalición, estaba llamada a cambiar la historia política reciente de Nafarroa en su determinación de desarrollar un proyecto y un espacio político emergente. Dando lo mejor de sí misma en lo político y superando su trance personal, dio la campanada en noviembre de 2011 y Barkos obtuvo de nuevo acta en el Congreso, del que se despediría para encabezar la lista al Parlamento foral en 2015 y alcanzar la presidencia. Cuatro años después tuvo los reflejos de impulsar un Gobierno de coalición, por el que ha peleado a fondo este verano para que fuese revalidado en parámetros similares a los de 2019.

En todos estos años, de una ya larga carrera, Barkos ha demostrado su notable inteligencia política. A buen seguro desplegará sus cualidades en el Senado, donde coincidirá con Javier Remírez, Nuria Medina y Toni Magdaleno (PSN) y con María Caballero (UPN). Sin lugar a dudas la expresidenta foral es uno de los principales nombres propios de la política navarra de las últimas dos décadas.