En el pulso que mantienen con el Departamento de Seguridad, los sindicatos y Ertzainas en lucha tenían en la salida del Tour desde Euskadi su mayor baza. El colectivo asindical, que ha llevado la beligerancia con el Gobierno vasco a niveles desconocidos, portaba incluso la frase Sin acuerdo regulador no hay Tour en su propio emblema. Sin embargo, a medida que se acercaba la cita, se empezaron a situar en el escenario inmediatamente posterior con el nutrido calendario de citas electorales previstas. “Esto no se acaba en el Tour”, advertían, temiendo que la incidencia en la seguridad de la ronda gala no fuera tal.

Una vez finalizadas las tres etapas en suelo vasco, la realidad es aplastante: la amenaza al desarrollo del Tour –“el consejero y el lehendakari son responsables de lo que pueda suceder”, han llegado a afirmar portavoces sindicales– se ha diluido, la competición se ha desarrollado con normalidad y la seguridad pública ha sido garantizada en todo momento.

En el arranque del Tour el pasado sábado, fuentes del Departamento de Seguridad afirmaron que la Unidad de Tráfico, fundamental para que la prueba transcurriera sin incidencias, estaba trabajando “al cien por cien”. El sindicato Sipe cifraba por su parte en un 60% el absentismo en unidades como la Brigada Móvil y comisarías como la de Gasteiz. Muchos sitúan el germen de Ertzainas en lucha en la propia Brigada Móvil, que protagonizó un aumento desmesurado de bajas a finales de 2022 en protesta por lo que consideró una merma en sus condiciones laborales.

La mayor imagen de normalidad la dio ayer lunes el lehendakari Iñigo Urkullu, que junto al consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, presidió en la base central de Erandio la Mesa de Coordinación de Tráfico y Emergencias, que está integrada por Osakidetza, equipos de gestión de tráfico y extinción de incendios, Euskalmet y Protección Civil.

Saludó a los mandos de todas las unidades de la Ertzaintza que, junto con la Policía Nacional Francesa, Gendarmerie y las policías locales de Euskadi, “supervisan todos los aspectos relacionados con el macro dispositivo de seguridad y movilidad” del Tour, informó el Gobierno vasco. En una nota, el Departamento de Seguridad dio por finalizado “con notable éxito el dispositivo sin precedentes desplegado” y Erkoreka felicitó y agradeció a la Ertzaintza por la labor realizada.

Sabotajes

De forma paralela, la Ertzaintza investiga dos intentos de boicotear el paso del Tour por la CAV, con 11 personas investigadas por tratar de encadenarse el sábado en el Alto de Morga cuando llevaban unas cadenas y una pancarta para, presuntamente, interrumpir la prueba ciclista. Varios ciclistas sufrieron a su vez pinchazos en las ruedas de las bicicletas por la presencia de chinchetas en el asfalto, el domingo y también ayer.