El PNV apremia a una ampliación del autogobierno que propicie un nuevo estatus para Euskadi. Lo aseguraba esta semana el portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, insatisfecho con los movimientos dados a este respecto por parte del Gobierno de Pedro Sánchez en la presente legislatura, y lo corroboraba ayer domingo Itxaso Atutxa, que para colmo no aprecia que el contexto político que se respira en el Estado español invite al optimismo. La presidenta del BBB entiende que no hay un escenario “suficientemente tranquilo” que permita abordar la reforma del Estatuto, ya que “en este momento el agua en la piscina está bajo mínimos en el Estado”. “No se da el clima político y social” para desarrollar un asunto que la formación nacionalista tiene en su carpeta. “En Euskadi podemos tener ahora una situación política suficiente para tratarlo, pero esto tiene que llegar después a Madrid”, y es allí donde todo apunta a que el propósito chocaría contra una pared por más que el PNV sea socio preferente del actual Ejecutivo de coalición. En paralelo, Atutxa cree que también debería darse un “consenso suficiente” entre los partidos vascos y por parte de la sociedad vasca.

La líder jeltzale, amén de reconocer que PNV y PSE han mantenido ya las primeras reuniones de cara a estudiar una reforma fiscal –”y se está trabajando en ello”–, abogó en una entrevista en Radio Euskadi por aguardar a los resultados del 28-M para hablar de pactos postelectorales, aunque cree que la relación entre su fuerza política y los socialistas ha reportado un balance de estabilidad política e institucional que “está siendo más que positivo”. Eso, pese a algunas “declaraciones altisonantes por parte de todos, un poco más de alguien”, indicó, en clara alusión al secretario general del PSE, Eneko Andueza, que ayer mismo volvió a las andadas.

Pegada a las preocupaciones de la calle, Atutxa también se dirigió a empresas y bancos para solicitarles “corresponsabilidad” con la sociedad “cuando ganan por encima de lo habitual” para que eso “repercuta en la sociedad”. De esta manera, se refirió a los resultados de Kutxabank en 2022, año en el que obtuvo un beneficio neto de 330,5 millones de euros, un 52,7% más que en el ejercicio anterior. A la jeltzale le parece “bien” que empresas y bancos obtengan beneficios, ya que, además de repercutir en la obra social, la entidad financiera paga sus impuestos en Euskadi, por lo que se trata de una cuestión sobre la que no tiene “nada que objetar”. No obstante, y tras recordar que el PNV ha votado en el Congreso a favor del impuesto a las grandes fortunas y la banca, defendió que “quien más gana, tiene que pagar más”. En este sentido, ahondó en que cuando se habla de “fiscalidad justa” también se hace referencia a que la “corresponsabilidad y responsabilidad social de las empresas se vea reflejada” y “cuando ganan por encima de lo habitual”, eso “repercuta en la sociedad”. “La redistribución viene a partir también de que la imposición sea justa y progresiva”, zanjó.

Osakidetza

“Lo que hay es un reforzamiento”

Protestas sin datos. Atutxa también se refirió a las manifestaciones organizadas por los sindicatos contra lo que ellos entienden como el “desmantelamiento” de Osakidetza. A juicio de la líder jeltzale, “nadie especifica en qué se basan” para llegar a esa conclusión. A su entender, hay “datos y cifras” que demuestran que “no solo no hay desmantelamiento, sino que hay reforzamiento del servicio público”. “Decir que se desmantela y que se intenta privatizar sin dar un solo dato es cuanto menos peligroso”, censuró, destacando el incremento presupuestario de los últimos años.