“La crisis provocada por el covid-19 no está superada y la situación en Ucrania es incierta”. Con esta frase, el lehendakari Iñigo Urkullu ha puesto de manifiesto la complejidad de la coyuntura actual, pero ha añadido que Euskadi está preparada para afrontarla, una vez todas las instituciones tienen sus presupuestos aprobados. En este contexto, mantener los servicios esenciales para la ciudadanía se erige en una de las prioridades del presente ejercicio, en referencia a la salud, educación y protección social.

Así lo ha manifestado durante el Encuentro DEIA ‘Euskadi 2023, retos y prioridades’ celebrado en el Palacio Euskalduna, en el que ha subrayado que el gabinete que lidera sigue enfocado en la mejora del sistema vasco de salud, un empeño que es además transversal a todos los Departamentos del Ejecutivo, como se ha comprobado a la hora de elaborar los Presupuestos de 2023.

Ha recordado que “nadie estaba preparado” para afrontar la pandemia, una circunstancia que ha obligado a “corregir” algunas “carencias” y a redoblar el “esfuerzo económico y humano” para mantener a Osakidetza en “el nivel de calidad y servicio del que siempre nos hemos sentido orgullosos”. Entre las mejoras a introducir, ha citado la respuesta en la atención primaria y reducir las listas de espera.

El Presupuesto de este año, que salió adelante con el rechazo de la oposición en pleno, es el más alto en la historia de la sanidad vasca, ha recordado, con más de 4.600 millones de euros, lo que supone una tercera parte del total. A ello se añade la suma de 919 plazas de profesionales del sector, lo que situará la plantilla de profesionales de la salud en 31.000 personas. Tras las últimas polémicas que se han centralizado sobre todo en Donostia, y cuando Osakidetza cumple 40 años, “estoy convencido de que va a salir fortalecida de esta situación de dificultad”, ha asegurado.

Consenso en la Ley Educativa

En materia educativa, ha reafirmado el “compromiso” del Gobierno vasco con el Pacto Educativo que se alcanzó el 7 de abril del año pasado con todo el arco parlamentario excepto PP+C’s y Vox, y del que recientemente se ha descolgado Elkarrekin Podemos-IU. Urkullu ha enumerado una serie de objetivos que incluyen situar la escuela pública en el centro de la acción del Gobierno, combatir la segregación y garantizar la igualdad de oportunidades de los alumnos.

Por ello, “mantenemos el objetivo de que esta ley sea aprobada con el mayor consenso posible” de los grupos de la oposición, ha resumido, una vez salga del Consejo de Gobierno, lo que se producirá en un breve plazo. “No escatimaremos esfuerzos para conseguirlo”, ha insistido, toda vez que “ofrecer una educación acorde a los tiempos, universal y de vanguardia” es uno de los “objetivos estratégicos” del Ejecutivo vasco.

Emancipación juvenil

Además de fortalecer la economía y mantener el apoyo directo a las economías domésticas, el apartado social se erige por tanto en uno de los ejes de la acción del Gobierno vasco. Aquí tendrá también un peso destacado la denominada Estrategia de emancipación juvenil, que se presentó el 7 de diciembre y que tiene como fin situar la edad de emancipación por debajo de los 30 años, así como elevar esta tasa hasta el 50% entre los 25 y 29 años.

Urkullu ha destacado que esta cuestión tiene una importancia estratégica porque el “progreso social” depende directamente del “relevo generacional y demográfico”. Ha concluido que “reducir la brecha de desigualdad intergeneracional es un imperativo de solidaridad con los jóvenes”, y por este motivo este año se pondrán en marcha las ayudas de 200 euros al mes por hijo o hija hasta los mil días.