El Pleno extraordinario del Tribunal Constitucional (TC) que abordará la petición del PP para frenar la tramitación parlamentaria de la reforma del propio TC se celebrará justo un día antes de que dicha reforma, y las demás enmiendas incluidas en la proposición de ley para eliminar la sedición, junto a la propuesta en sí misma, afronten su primer examen en el Senado, en la Comisión de Justicia.

La decisión que ha tomado el presidente del TC, Pedro González-Trevijano, de suspender el pleno extraordinario iniciado ayer jueves para continuarlo el próximo lunes ha permitido que la proposición de ley y el conjunto de enmiendas que lleva se aprobarán en el Congreso.

A pesar de ello, la decisión que finalmente tome el Constitucional sobre las medidas cautelarísimas solicitadas por el PP en su recurso de amparo –con las que busca frenar la tramitación parlamentaria de las enmiendas que afectan al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y al TC– podría poner en entredicho el recorrido de la proposición de ley en el Senado.

Según los plazos que maneja la Cámara Alta, el martes 20 de diciembre se celebraría a primera hora la Comisión de Justicia que tendría que aprobar de manera exprés el dictamen de la reforma del Código Penal para que vaya al pleno del jueves 22 de diciembre.

El Gobierno ha decidido acortar aún más los plazos de la tramitación de la ley de la sedición en el Senado y, según su calendario, esta norma no estaría ni una semana en la Cámara Alta.

Y es que la reforma del Código Penal entrará en el Senado mañana mismo, cuando se reunirán la Mesa y los Portavoces de la Comisión de Justicia para ratificar el martes 20 de diciembre como día para que pase su primer examen en esta sede legislativa.

La idea del Gobierno es dejar aprobada esta norma en el pleno del 22 de diciembre, de modo que estaría tan solo cuatro días en tramitación en la Cámara Alta. Sin embargo, todo está supeditado a la decisión del Tribunal Constitucional del próximo lunes.

Recusaciones

Por otra parte, Podemos reclamó ayer apartar a González-Trevijano y Narváez de la deliberación del recurso del PP, al considerar que tienen un conflicto de interés porque, de aprobarse dicha reforma, serían sustituidos por los nuevos magistrados nombrados por el Gobierno. A este respecto, fuentes del tribunal advierten de que esta recusación podría llegar a paralizar el procedimiento en el TC.

Vox también ha movido ficha y se ha sumado al PP presentando otro recurso de amparo donde solicita igualmente al Constitucional que suspenda la tramitación parlamentaria de dichas enmiendas.

Hay que recordar que es la primera vez que el TC celebra un Pleno para resolver si suspende o no una tramitación parlamentaria de una proposición de ley. De admitir el lunes las medidas cautelarísimas reclamadas por el PP, se trataría de un hecho sin precedentes en los 40 años de historia del tribunal.

“Peligroso” precedente

Para el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, la Justicia juega con fuego y se habría creado un “precedente muy peligroso” si el Tribunal Constitucional hubiese parado ayer el debate en el Congreso de la ley, aunque también opina que las cosas se podrían haber hecho por parte de los promotores del cambio normativo, con “más calma” e incluso con leyes separadas.

En declaraciones en la Cámara Baja, Esteban afirmó que el que el PP ha hecho un “flaco servicio” al funcionamiento de las instituciones presentando ese recurso “absolutamente inhabitual” e indicó que debería haber sido “rechazado de plano”.

A su juicio, la “acción que ha desencadenado todo” es la “inaceptable postura de bloqueo continuo de los órganos constitucionales por parte el PP”, al que acusó de servirse del derecho procesal y de “triquiñuelas” para seguir “poniendo obstáculos”.