El Pleno del Congreso ha rechazado este jueves la enmienda a la totalidad planteada por la CUP a la ley impulsada por el PSOE para perseguir penalmente el proxenetismo y sancionar a quienes acuden a la prostitución, por lo que continúa su camino parlamentario con el PP como principal aliado.

La enmienda de la CUP, que planteaba un texto alternativo para, entre otras cosas, incorporar el "trabajo sexual" en el epígrafe de trabajos especiales del Estatuto de los Trabajadores, ha contado con los votos en contra del PSOE, el PP y Vox, la abstención del PNV y el apoyo de ERC, En Comú Podem, Ciudadanos, Junts y PDeCAT.

De hecho, los socios de Gobierno han sido críticos con la proposición de ley del PSOE al considerar que provocará más vulnerabilidad a las mujeres que ejercen la prostitución y además tampoco acabará con el problema del proxenetismo ni de la explotación sexual.

La CUP parte de la premisa de que criminalizar esta práctica no acaba con ella y solo aumenta la precariedad y la persecución de quienes la ejercen, por lo que la diputada que ha defendido la enmienda, Mireia Vehí, ha abogado por proteger a estas mujeres garantizando sus derechos.

"Lo suyo no es abolicionismo honesto, es abolicionismo con fines electorales", ha dicho Vehí al PSOE para criticar que en su propuesta no "toquen" la ley de extranjería para regularizar a estas mujeres.

Valoraciones

Una postura que ha defendido también Pilar Vallugera, de ERC, quien ha dicho estar más cerca de ese texto del PSOE, partido al que ha acusado de mirar para otro lado en este tema en los últimos diez años.

Desde el Grupo Plural, las portavoces de Junts y PDeCAT también han respaldado la enmienda.

Sofía Castañón, de Unidas Podemos, ha insistido en que no todo el abolicionismo es prohibicionista y que prohibir sin facilitar el acceso a estas mujeres a condiciones materiales es tan irrealizable como cruel, "porque las víctimas necesitan una alternativa".

Joseba Agirretxea, del PNV, ha recalcado que la criminalización no es la vía para acabar con este problema, aunque también ha disentido con aspectos planteados por la CUP y ha anunciado que propondrá una subcomisión para el estudio de la prostitución desde todas las vertientes, que de "un diagnóstico veraz" de la situación para, posteriormente, legislar en consecuencia.

Ciudadanos ha apoyado la enmienda de la CUP porque su partido defiende que hay mujeres que ejercen la prostitución con libertad y aboga por reconocer sus derechos y no "legislar" con la moral y sin bajar a la calle, como considera que hacen los socialistas con esta ley.

"Blanqueando públicamente" el proxenetismo

Frente a estas intervenciones, la diputada socialista Laura Berja ha afirmado que quienes votan a favor de la enmienda de la CUP están "blanqueando públicamente" el proxenetismo y a toda la industria proxeneta.

Para Berja, el texto rechazado por el pleno "es un escándalo" y "un despropósito", porque parte de la premisa de que la prostitución es un trabajo: "No lo es, no hay relación laboral en la explotación sexual de las mujeres", ha abundado la socialista.

Desde el PP, Miguel Ángel Jerez ha mantenido su apoyo a la propuesta del PSOE y ha instado a los que no lo hacen a plantearse si el consentimiento de las mujeres que ejercen la prostitución es siempre libre y voluntario o está condicionado de manera insalvable por el lucro de terceros.

"Este debate no va de si las mujeres que ejercen la prostitución deben afiliarse a la Seguridad Social, va de derechos", ha indicado.

Vox, por su parte, ha pedido al PSOE, entre otras cosas, que luchen contra la inmigración ilegal para acabar con este problema.