Decía Aitor Esteban que Pedro Sánchez actúa como el llanero solitario, y lanza sus planes sin consultar previamente a sus socios ni apalabrar su respaldo. Y ese modus operandi se ha repetido este martes en la primera sesión del debate de política general, donde el presidente español ha anunciado un paquete de medidas sin haberlo pactado con el PNV. Más allá de que los jeltzales sean socios de investidura, en este caso la consulta previa era pertinente porque varias medidas se adentran en competencias autonómicas o van a requerir cooperación entre administraciones, tal y como dejó ver Aitor Esteban.

Es el caso de los impuestos a las grandes empresas energéticas y a las grandes entidades financieras, que se tienen que concertar con las haciendas vascas. Sucede lo mismo con las medidas que interfieren en las competencias sanitarias o educativas, que están transferidas a las comunidades, como el refuerzo del Sistema Nacional de Salud y la creación de un Centro Estatal de Salud Pública para mejorar la gestión de las emergencias sanitarias; las becas educativas y los programas para desarrollar competencias digitales; la aprobación de un marco estatal básico sobre la extinción de incendios, o la Ley de Industria.

El PNV ha realizado este martes una primera valoración del discurso de Sánchez en una comparecencia ante la prensa, sin entrar a valorar el fondo de las medidas, a la espera de que este miércoles le llegue el turno de intervención a su portavoz Aitor Esteban y el presidente español pueda dar más detalles. De la valoración del PNV se desprendió que no cree que Sánchez haya corregido los principales vicios que ha visto en su proceder.

Ausencia de plan

Por un lado, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados dijo “que ha habido algunas ausencias de temas que era obligado mencionar” pero que, sobre todo, le ha parecido que las medidas anunciadas son el resultado de una “especie de brainstorming entre los diferentes ministerios para que cada uno de ellos soltara sus ideas” y, “sin más plan” por parte de Sánchez, el presidente español “se ha limitado a juntarlas”. Esteban ya había pedido a Sánchez tras la derrota de la izquierda en las elecciones andaluzas que tenga un plan sólido para que la legislatura aguante este año y medio.

Esteban le afeó este martes que no ha consultado las medidas con sus socios, aunque algunas suponen una “invasión competencial” y tienen “consecuencias en el ámbito económico y competencial de otros territorios”. 

Sánchez no ha citado este martes nada sobre las transferencias pendientes para completar el Estatuto de Gernika a pesar de que forman parte de su pacto de investidura con el PNV, no dio señales de acelerar la adjudicación de los fondos europeos o de responder a los tres proyectos planteados por el lehendakari, y tampoco concretó pasos en materia de democratización. En ese sentido, no concretó una fecha o contenidos para la reforma de la Ley de Secretos Oficiales, no aludió a la modificación de la Ley Mordaza y del Centro Nacional de Inteligencia, y sí confirmó, por el contrario, su deseo de reactivar la Ley de Vivienda aunque no cuenta con el respaldo del PNV. 

En algunos ámbitos mediáticos se ha proyectado que la legislatura gira hacia la izquierda con medidas más del gusto de EH Bildu, aunque en este terreno los jeltzales tampoco se están descolgando. Esteban no se pronunció sobre los impuestos a las eléctricas y la banca, cuyo contenido se desconoce. Pero ya avanzó a este periódico que comparte que las eléctricas asuman costes de la crisis, si bien las medidas deben articularse con rigor para evitar consecuencias en cascada o que las empresas repercutan estos impuestos en familias e industria