El PP y Vox coincidieron ayer martes en señalar que cualquier decisión que adopte Juan Carlos I sobre su residencia o sus desplazamientos les parecerá adecuada y “respetable”, ya que entra dentro del ámbito de su vida “personal”.
El portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, aseguró que su formación “respeta” la decisión “privada” que comunicó el lunes el rey emérito sobre su intención de mantener su residencia en Abu Dabi, aunque regresará de manera periódica al Estado tras cerrar la Fiscalía General del Estado las investigaciones abiertas en su contra.
“Ha expresado una decisión personal sobre su vida privada, yo no soy quién siquiera para opinar sobre la vida privada del rey emérito. Es una decisión privada y que respetamos”, proclamó Maroto en una rueda de prensa desde el Senado sobre el comunicado del rey emérito.
Ante este anuncio de Juan Carlos I, el dirigente popular evitó entrar a valorar más allá sobre esta decisión de un exmonarca que también dice lamentar aspectos de su vida privada y reivindica su papel en la Transición.
En términos similares se expresaron desde la ultraderecha. Así, el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, rechazó que haya que reformar la figura de la “inviolabilidad” del jefe del Estado después de que la Fiscalía se haya amparado en ella para archivar las pesquisas que había abierto sobre la fortuna de Juan Carlos I quien, a juicio de Vox, puede vivir y viajar “donde le plazca”.
En una rueda de prensa en el Congreso, el dirigente de Vox defendió que “todas” esas causas “han quedado en nada” y han “decaído”, e insistió en que el rey emérito tiene “perfecto derecho” a seguir residiendo en Emiratos y a visitar España cuando quiera, porque es “un ciudadano libre”.
Además, dejó claro que Vox no ve ninguna necesidad de reformar la figura de la inviolabilidad como proponen varias formaciones nacionalistas y minoritarias tras el archivo de las diligencias por parte de las Fiscalía. “No parece que eso esté entre las 100 principales preocupaciones de los españoles”, concluyó Espinosa de los Monteros.
